Alumnos de Secundaria de Trujillo y Guareña se manifestaron ayer para denunciar deficiencias en las instalaciones de sus institutos. De esta manera, son ya cuatro las protestas que, por este mismo motivo, se han registrado en apenas una semana en centros educativos de la región, tras las que se vivieron en los colegios de Mengabril y Campanario.

En el caso de Trujillo, los más de 470 alumnos del IES Francisco de Orellana suspendieron ayer las clases durante dos horas y se concentraron en el patio del centro para protestar por su mal estado, una iniciativa que apoyó la mayor parte del claustro de profesores y la asociación de padres y madres. La directora de este centro, Marisol Balboa, explica que dos de las aulas de la planta superior permanecen cerradas porque parte del techo se ha caído a causa de las lluvias. Además, la humedad ha llegado ya al piso de abajo. "Todos los inviernos tenemos algún problema y la gente ya está cansada", señala Balboa, que considera que debería acometerse "una reforma integral del edificio". "También hay problemas con las ventanas, son de aluminio, pero están en marcos de madera que tienen más de treinta años y entra mucho frío", apunta.

La Junta de Extremadura asegura por su parte que el arreglo de la cubierta de este instituto ya está programado, y que también se está construyendo en él un nuevo gimnasio. "Desde la asunción de las competencias, se ha invertido en este instituto un millón de euros", detalla la Consejería de Educación, que añade que a mediados del año pasado, "la dirección del centro solicitó el cambio de la carpintería exterior, actuación que no había sido solicitada con antelación y que se hará cuando le corresponda, de acuerdo con las prioridades establecidas".

Pero el Francisco de Orellana no fue el único instituto extremeño donde hubo protesta ayer. En el IES Eugenio Frutos de Guareña entre 150 y 200 alumnos de tercero y cuarto de ESO y primero de Bachillerato salieron a la calle para pedir la construcción de un nuevo gimnasio. En el actual aparecen goteras y humedades cada vez que llueve. "Los días de lluvia se puede utilizar poco", subraya Mateo Borreguero, director del IES, que además añade que esta parte del centro se construyó a mediados de los ochenta "cuando el centro tenía la mitad de alumnos de ahora". Este mes, los problemas con el agua han obligado a suspender buena parte de las clases de Educación Física programadas. La protesta tuvo lugar entre las diez y media de la mañana y el mediodía, y se desarrolló en los alrededores de la EX-105 --discurre a las puertas del centro--, y frente al ayuntamiento.

SIN MOTIVOS, SEGUN LA JUNTA La Consejería de Educación dijo no entender que los alumnos del IES Eugenio Frutos "se movilicen solicitando unas obras cuya próxima ejecución ya ha sido comunicada a la dirección del centro". "El 12 de enero la secretaria de Educación envió un e-mail al director del centro informándole de que se haría la obra y que en breve se visitaría el centro para iniciar los primeros tramites para su ejecución", se agrega desde el departamento que dirige Eva María Pérez.

Cuatro protestas en una semana, ¿casos aislados o indicio de un problema más amplio?. Joaquina López, presidenta de la Federación Regional de Asociaciones de Padres y Madres de Alumnos de Centros Públicos (Freapa) piensa más bien que se trata de lo primero. "La red de Secundaria está perfectamente. Muchos son centros muy nuevos, y en los que no lo son se han hecho mejoras", afirma. En cuanto a Infantil, Primaria y Especial, apunta que puede haber problemas en algún centro, pero recuerda que, a diferencia de los institutos, aquí las tareas de mantenimiento competen a los ayuntamientos y estos, "por lo general, cumplen con sus obligaciones".

El presidente del sector de Enseñanza de CSI-CSIF, Adrián Vivas, coincide en esta misma visión. "Cada vez son menos las quejas. Estos casos son ya excepcionales. La red de centros que hay en la región es buena". Vivas indica que "al sindicato lo que llega es alguna queja sobre la calefacción o la instalación eléctrica. Se pone en conocimiento de los delegados provinciales y normalmente se resuelve".

En lo que atañe a la enseñanza concertada, Rafael Ramos, presidente regional de Concapa, indica que esta tampoco es una problemática grave. Eso sí, lamenta que en estos centros "si hay alguna deficiencia, a menudo la tienen que sufragar los padres" cuando, argumenta, "también están sustentados con fondos públicos y sujetos a la misma ley educativa. Somos iguales a la hora de pagar impuestos pero no para recibir ayudas".

COMPETENCIA MUNICIPAL Por ley, el mantenimiento de los colegios corresponde a los ayuntamientos. Antonia Cordero, alcaldesa de Aldea del Cano y presidenta de la Comisión de Educación de la Fempex, cree que lo normal es que los consistorios lleven al día estas actuaciones, aunque admite que a veces se producen casos de "dejadez" por falta de fondos, lo que puede hacer que pequeñas deficiencias acaben por convertirse en problemas mucho más serios.

Cordero, que también es profesora de Primaria, incide en que económicamente "los ayuntamientos estamos en precario", y los gastos de mantenimiento han ido creciendo en los últimos años. "Antes era mantener cuatro focos, ahora son ordenadores, sistemas de calefacción, incluso en algunos centros hay hasta ascensores". "Es importantísimo que haya una colaboración estrecha entre los colegios y los ayuntamientos", sostiene.