La Unión de Extremadura ha exigido a Asaja y UPA no retomar las negociaciones del convenio del campo rotas ayer hasta que el Gobierno no derogue los reales decretos que regulan el Salario Mínimo Interprofesional (SMI) y el control horario.

La organización agraria ha asegurado que las últimas actuaciones del Gobierno de España con respecto al sector agrario han consistido en un aumento de los impuestos (gasóleo), del coste laboral (salario mínimo interprofesional) y de las complicaciones administrativas (control horario de los trabajadores) que hace imposible su aplicación en el sector agrario.

En cambio, se lamenta de que cuando se le revindican medidas para evitar la especulación en el precio de los productos agrarios, la respuesta siempre es que "hay que dejar libertad de mercados".

Para La Unión, las medidas laborales que se han impuesto al sector agrario a través de sendos reales decreto han sido como consecuencia de la presión, por una parte, y la irresponsabilidad por otra de los sindicatos obreros, "a los que parece no importarles la competitividad de las empresas".

"Si los productos agrarios no son apenas rentables, con un aumento de los costes de producción, la única vía que queda es el abandono de los mismos", ha señalado.

En su opinión, ni se pueden aumentar los salarios en el campo más de un 17 por ciento, ni es factible el control horario en este sector, por lo que advierte de que "si el gobierno y los sindicatos se empeñan en producir este descalabro en el sector agrario, los empresarios lo único que nos queda es romper cualquier negociación".

Por tanto, La Unión Extremadura, tercera organización más votada en las últimas elecciones al campo en la región, exige a Asaja y a UPA, que hasta que no se deroguen los reales decreto del salario mínimo y el del control horario, se rompa la mesa de negociación del convenio colectivo del campo en Extremadura.

"No se puede negociar con las continuas amenazas de denuncias a la Inspección de Trabajo, no se puede negociar bajo las amenazas de subidas salariales, no se puede negociar cuando una parte de la negociación tiene el BOE y la otra se está arruinando", asegura .

Afirma que la amenaza de huelga no le preocupa en absoluto ya que con la participación esperada en las huelgas convocadas por los sindicatos va a quedar patente, que estas organizaciones no tienen presencia alguna en el campo extremeño.