Cinco piezas de los fondos del Museo Vostell Malpartida y de la familia Vostell se exponen hasta el 30 septiembre en el propio centro. Bajo el título de ´Denominación de origen´, la muestra responde al espíritu que ha acompañado al museo y a los artistas que acoge en sus colecciones, de compromiso con el hombre de finales del siglo XX y de comienzos del siglo XXI, con la contemporaneidad, la libertad y las nuevas formas de expresión artística surgidas a partir de los años 60. Si instalación ´130 a l´heure´ recrea una de las acciones del happening ´Neun-Nein-Dé-coll/agen´, realizado por Wolf Vostell en Wuppertal (Alemania) en 1963 (un vehículo aparcado sobre la vía de una estación de maniobras contra el que chocaba una locomotora de tren), la carpeta gráfica ´Arte contra apartheid´ reúne propuestas de 13 artistas contemporáneos contra el racismo. ´Taxistanda´, otra de las obras expuestas, es un lienzo de Vostell, que intentó reflejar en 1983 el exceso de disciplina, la rigidez y la frialdad como característica de los europeos de la Europa del Este en una parada de taxi antes de la caída del Muro de Berlín. La exposición se cierra con la carpeta gráfica ´Sarajevo: tres pianos fluxus´, editada en 1994 por la Fundación Pilar y Joan Miró de Palma de Mallorca, y la componen 6 estampas de Wolf Vostell (aguatintas, aguafuertes y litografías offset) que se encuadran en el entorno de la preocupación que generó en el artista la guerra de Sarajevo, en la antigua Yugoslavia. Por último, se expone la escultura ´Don Quijote´, una pieza realizada en 1994 con la que, a partir de una motocicleta y una vieja máquina de imprenta, Wolf Vostell hace una paráfrasis de la novela cervantina y su personaje.