Uno de cada cinco extremeños es diagnosticado de cáncer antes de cumplir los 70 años, una cifra que se elevará a uno de cada tres con horizonte al 2040. La incidencia de la enfermedad en Extremadura cada vez será mayor debido a factores como el envejecimiento de la población y los diagnósticos “más precoces y certeros”, pero si actualmente la tasa de mortalidad se sitúa en el 42%, para dentro de dos décadas los niveles de supervivencia superarán el 70%.

Los datos se recogen en el primer informe de base poblacional (SICaP) sobre la incidencia del cáncer en Extremadura, una “potente herramienta” de la que la región carecía hasta la fecha y que a partir de ahora será “crucial” para la planificación sanitaria y la investigación clínica. El consejero de Sanidad y Servicios Sociales, José María Vergeles, ha presentado esta mañana en rueda de prensa las conclusiones del estudio, que permite conocer la incidencia del cáncer en la población, los tumores más comunes, a qué edad se manifiestan o cómo la enfermedad evoluciona de forma diferente en hombres y mujeres.

En 2018 se diagnosticaron un total de 6.867 nuevos casos de cáncer, siendo el más común el de piel (no melanoma) con 2.054 diagnósticos, casi el 30% del total. A este le siguen el cáncer de colon y recto (823 casos) y los de próstata en hombres (665) y mama en mujeres (643). Los cánceres de pulmón (472) y de vejiga (463), relacionados con el tabaquismo, también son frecuentes en Extremadura. En el caso de la infancia, los tumores con mayor incidencia son los que afectan a la sangre (leucemia).

El estudio pone de manifiesto que los hombres tienen más posibilidades de sufrir cáncer que las mujeres y, de hecho, de los casi 7.000 pacientes que fueron diagnosticados en 2018 el 59,2% (4.069) son varones, frente al 40% de mujeres (2.789). La edad media de diagnóstico se sitúa en los 69 años y a esta edad, el riesgo acumulado de padecer cáncer es del 21,7%. A más edad, más riesgo.

Factores ambientales

Con estos datos, Vergeles ha señalado que el comportamiento de la enfermedad, tanto en incidencia como en mortalidad, en Extremadura es similar a la del resto de España y los países de nuestro entorno. Por ello, señala que aquí no existe ningún factor ambiental de riesgo asociado, aunque sí considera que el hecho de que el cáncer de piel sea el más frecuente está relacionado con el elevado peso del empleo agrario en la región. Según ha explicado, el cáncer de piel no melanoma (adenomas y adenocarcinomas) se produce por la elevada exposición al sol, pero actualmente “tiene un diagnóstico excelente”, se localiza en la zona que ha sufrido la sobreexposición solar y no produce metástasis.

Respecto al cáncer de colon y recto (el segundo más frecuente) el consejero ha recordado que existe un programa de cribado que permite detectar la enfermedad en su fase más inicial con la prueba de detección de sangre oculta en heces, al igual que ocurre con el cáncer de mama y las mamografías. Para los tumores de próstata no existe diagnóstico precoz porque los programas de cribado no se han demostrado efectivos, pero la supervivencia “es buena” ya que el tumor se localiza en una glándula concreta y es “muy sensible al tratamiento”.

Según el consejero, diversos factores apuntan a que la incidencia del cáncer irá en aumento en los próximos años, entre ellos el envejecimiento de la población o los diagnósticos cada vez “más precoces y certeros”. Así, si actualmente se diagnostica un caso por cada cinco personas, en 2040 la proporción será de un caso por cada tres entre las mujeres y de uno por cada dos entre los hombres. Pero esta mayor incidencia irá acompañada también por la mejora de los tratamientos, que conducen a que cada vez más la mortalidad asociada al cáncer se convierta en “cronicidad”.

En este escenario, Vergeles señala que para el abordaje de la enfermedad en Extremadura “no hay que hacer grandes cambios”, más allá de seguir incidiendo en los programas de cribado, la modernización tecnológica y el diagnóstico precoz.