La Unión de Pequeños Agricultores (UPA) en Extremadura ha aconsejado a los agricultores que tienen pagarés devueltos de Carcesa, una de las empresas de Nueva Rumasa que han solicitado el preconcurso de acreedores, que inicien acciones judiciales para garantizar el cobro de la campaña que se le adeuda.

El secretario general de UPA-Extremadura, Ignacio Huertas, explicó que, puesto que los propietarios de Carcesa intentan garantizarse sus derechos desde el punto de vista jurídico porque han sido ellos quienes han solicitado el preconcurso de acreedores, los acreedores también deben "garantizar sus derechos", en este caso el cobro de las deudas.

Además, recomienda a los agricultores que, antes de contratar la campaña de este año con Carcesa, actúen con "mucha prudencia y cautela", y analicen la situación que atraviesa el grupo de empresas y, en caso de que decidan comprometer la producción, exijan "una garantía de pago", que pasa por cobrar el dinero en metálico en el momento de cerrar el contrato o un aval bancario que "garantice el pago del producto".

Por su parte, el secretario regional de CCOO, Julián Carretero, cree que, en este momento, se debe formar "un planteamiento de juego en equipo para meter el gol en la portería" que haga que se salve la actividad económica y el empleo de las empresas de Nueva Rumasa en la región, ya que "está demostrado que son viables".

Carretero explicó, con este símil futbolístico, que "con independencia de la contundencia que deban tener las acciones en cada momento, se debe ser suficientemente responsable para controlar el juego y que la pelota no campe a su aire en función de la última ocurrencia, sea de quien sea".

"Es importante trasladar a la ciudadanía las cosas que están pasando, pero en materia de estas características, también a veces puede ser imprudente radiar el partido de forma constante, dándole patadas a la pelota de un extremo al otro, muchas veces sin saber conducir el juego de manera adecuada", concluyó Carretero.