Un año «para olvidar». La organización agraria UPA-UCE calificó ayer el 2017 como un año «muy malo» para el campo extremeño, caracterizado por la sequía «tan dura» que pacede el sector agroganadero y una respuesta «prácticamente inexistente» por parte del Gobierno central, informa Efe.

El secretario regional de UPA, Ignacio Huertas, señaló ayer que la sequía ha generado en Extremadura pérdidas por valor de 340 millones de euros (3.600 en toda España), una situación «muy grave» ante la que exigió ayudas directras y condonaciones a la Seguridad Social. Frente a ello, lamentó que el Ministerio de Agricultura siga escudándose únicamente en la contratación de seguros agrarios cuando ha consignado 24 millones menos en 2018 a pesar de que se han encarecido un 30% en 2017.

Huertas también criticó la decisión «absolutamente injusta» de limitar nuevas plantaciones de viñedos para cava, «una cacicada» ante la que no descartan movilizaciones. Asimismo, exigió al Gobierno central y la UE «más contundencia y firmeza» contra el arancel impuesto por EEUU a la aceituna de mesa, que en definitiva es «un ataque a la Política Agraria Comunitaria».

precios y menos PRODUCCIÓN / Para UPA, el 2017 ha sido «un año para olvidar» en materia agrícola, «catastrófico para el secano y malo para el regadío». Así, Huertas señaló la reducción del 40% en la producción de viñedo, del 80% en aceituna de mesa o del 20% en el maíz y el arroz.

El sector sigue sufriendo también «precios ruinosos por debajo del coste de producción», con «un mal funcionamiento de la cadena alimentaria debido a los abusos de la industria y distribución», sobre todo en sectores como el tomate o la fruta, donde el productor cobra menos pero sube el precio que paga el consumidor. El ibérico es el único que ha ido mejor en 2017, pues atraviesa «un momento dulce» con una gran demanda y precios que le permiten recuperar las pérdidas de otros años.

En cuanto a 2018, el deseo de UPA-UCE es que haya buenas cosechas y mejores precios, un año para el que también pide reforzar con agentes todas las campañas para atajar los robos en el campo y revertir la decisión sobre el cava.

Asimismo, reclama nuevas medidas contra la tuberculosis (subida de las indemnizaciones, actuación más decidida en la fauna salvaje...) pues aunque los datos mejoran un poco, van muy despacio y hay explotaciones que llevan varios años conviviendo con la enfermedad (900 de vacuno y más de 200 de caprino).

Este nuevo año es también el de la aplicación del Reglamento Ómnibus, que para UPA tiene «cosas positivas» como el reconocimiento de los pastos. No obstante, le preocupa, de cara a la reforma de la PAC, la flexibilización de la figura del agricultor activo, la posibilidad de que las ayudas asociadas sean anuales, la apuesta por la ecología sin apoyo adicional o el planteamiento de la cofinanciación.

Para el presidente de la organización, Lorenzo Ramos, 2017 ha sido igualmente «un año dramático» por la sequía, a su juicio peor que la del 93-95 que ya fue «tremenda»; los bajos precios y la «inacción» del Gobierno central.