"¿Uvas, qué uvas? Esto sí que es suerte", asegura Cecilio José Corchero señalando la cuna donde duerme tranquilamente su hijo Oliver, el primer bebé nacido en Extremadura en el 2009. Nada le importa menos a este primerizo y feliz papá que haber tenido que cambiar las tradicionales uvas de la suerte por acompañar a su mujer, Natalia Mielgo, en la llegada del pequeño, que se materializó solo cinco minutos después de que se estrenara el nuevo año.

Y eso a pesar de que el nacimiento de Oliver estaba previsto a partir del próximo día 17, cuando su madre salía de cuentas, pero se ha adelantado para convertirse en el primer extremeño que llega al mundo en este año. "Ya nos habían advertido que podía adelantarse, por lo que nos vinimos a pasar la Nochevieja aquí", explicó ayer la mamá, natural de Zamora pero residente en Cáceres junto a su marido, que procede de Risco (Badajoz). Ambos papás compartían ayer cansancio y felicidad con Dominga y Bruno, los abuelos paternos, en una de las habitaciones del Hospital San Pedro de Alcántara.

A solo unos pasos, justo en la puerta de enfrente, dormía también plácidamente Elsa, la última cacereña nacida en el 2008. Sus padres, Isabel García y Luis Jorge Castellano --también primerizos como los de Oliver--, sonreían ayer al recordar que la llegada de la pequeña (en torno a las 22.45 horas del 31) les hizo retrasar la cena de Nochevieja a las tres de la mañana y las uvas de la suerte a las doce de la noche de ayer.

Sus familiares, que aguardaban en la sala de espera, cambiaron el típico marisco por unas bocadillos de jamón y escucharon las campanadas por la radio. Aparte de celebrar la llegada de Elsa, también lo harán a partir de ahora con su navideño cumpleaños, que se une al de su abuela Carmen (en Nochebuena) y otras dos primas suyas (también el 31). "Algo deben tener especial estas fechas para nosotros", comenta la mamá.

Por su parte, la primera extremeña nacida en el 2009, vio la luz en Badajoz, en el hospital Materno Infantil. Se llama Indira Gómez Benegas, nació a las 6.25 horas de la madrugada y sus padres son de la barriada pacense de La Luneta. Su madre, María del Mar, de 23 años, ayer se encontraba todavía convaleciente, aunque relataba que la niña estaba bien. Pesó 2,600 kilos al nacer y es su primera hija. Su peculiar nombre fue elegido por su abuela, por sus reminiscencias hindúes.

También el último bebé del 2008 que nació en Badajoz fue niña. Se llama Sofía Magariño Jiménez y llegó al mundo ya criada, pues pesó nada más y nada menos que 4,110 kilos. Su madre, María Jesús, es de Granada, pero el padre es de Badajoz, y la familia vive en Ciudad Jardín. Tienen otra hija de dos años y medio. Sofía vio la luz rápidamente, pues a su madre apenas le dio tiempo de prepararse y no le pudieron poner la anestesia epidural. Ingresó en el Hospital Materno Infantil a las 18.30 y el bebé estaba ya fuera a las 21.35 horas.

Ninguna de las dos madres pudo tomar las uvas para despedir un año y recibir al nuevo. María Jesús porque se encontraba en reanimación y María del Mar porque estaba a punto de comérselas cuando le empezaron los dolores de parto.

En el hospital de Mérida, el último nacimiento del año 2008 se produjo en la tarde del día 31, a las 19.05 horas, y fue una niña que pesó 2,770 kilogramos y que sus padres, María del Mar Jiménez y David Américo Gracia pusieron de nombre Melani. Para el matrimonio, que es de Mérida, es el quinto hijo y su nacimiento no les impidió celebrar las campanadas fin de año, ya que el parto fue muy rápido. Así, María del Mar, junto con su marido, su bebé y dos de sus hijos, pudieron comerse las uvas tranquilamente en la habitación del hospital tras el parto.

No ocurrió así en el caso del matrimonio formado por Luis Miguel Sánchez y Pilar Mancha Donoso, que tuvieron el primer niño del año 2009 en Mérida, a las dos de la madrugada. Le pusieron de nombre Rubén y pesó al nacer 3,200 kilos. Luis Miguel y Pilar se comieron las uvas en el paritorio, sin campanadas ni televisión, solo con un reloj de pulsera. El matrimonio, que ya tiene otro niño de cuatro años, reside en Don Alvaro, aunque él es de Guadalperales y ella de Mérida.

Finalmente, el primer bebé del año en Plasencia se hizo esperar hasta las 10.05 horas de ayer, cuando nació por parto natural Jeremy Colombo Alonso, que pesó 3,110 kilos y midió 50 centímetros. Aparte de ser el primer placentino nacido en el 2009, es también el primer bebé de Paloma y José Angel, que recibirán un jamón, como es tradición en esta localidad, por cortesía de La Pitarra del Gordo y la Casa del Jamón. Casi un día antes que Jeremy llegó la última placentina del 2008, Laura Blanco Armendares, también de padres primerizos (María José y Juan Antonio).

En el conjunto del país, dos niñas de Barcelona y Cuenca fueron las primeras en nacer en el 2009, al hacerlo a las 00.01 horas. Todos han llenado de felicidad y alegría este inicio de año y así , como dice el padre de Oliver, ¿quién necesita uvas?