Separar a los animales domésticos de los salvajes en las fincas es una estrategia, pero un equipo de investigación de la facultad de Veterinaria de la Uex que dirige Javier Hermoso de Mendoza lleva cinco años trabajando en alternativas a la vacuna para hacer frente a la enfermedad a través de cambios de manejo, nutricionales y planes sanitarios adecuados, tanto en ganadería como en fincas de caza. Pueden ser claves para el control en las especies cinegéticas y para la erradicación en el bovino, y es lo que se pretende confirmar con el nuevo convenio.

Una de las herramientas sería actuar sobre otros agentes infecto contagiosos que pueden estar inmunodeprimiendo a los animales y propiciando que las tuberculosis sean mucho más agresivas y se diseminen con más facilidad.

Alimentación

Otra línea de la investigación se centra en las carencias en la alimentación de los animales por el simple hecho de que los suelos del sur y oeste peninsular son suelos pobres. "Aunque el campo esté verde y las vacas estén gordas, los animales pueden estar recibiendo una alimentación insuficiente en proteínas y determinados oligoelementos que también afectan al sistema inmunitario", advierte Javier Hermoso de Mendoza. Ya se han hecho algunas pruebas y ahora preparan un nuevo convenio con la Junta para llevar al campo estas investigaciones "y comprobar que se consigue que las infecciones afecten a menos animales salvajes y no supongan un riesgo para las vacas", subraya el investigador.

Se hará en un máximo de seis fincas durante tres años y la previsión es comenzar las pruebas tras el verano. "En las explotaciones de bovino buscamos conseguir erradicarla, apoyando las medidas de diagnóstico y sacrificio en marcha", dice. En cuando a los animales salvajes, estas medidas están encaminadas conseguir un control más eficaz de las infecciones y que no supongan un riesgo para las vacas.