Más de 30.000 euros es el valor de los 20 fusiles y las 10 pistolas robadas en Bótoa, según estima el sector. Los fusiles HK costaron en torno a 1.500 euros para instituciones ajenas al Ejército, pues para éste, que adquirió 60.000 en en 1999, fue de 778. Las pistolas llevan años fuera del mercado.