«No lo puedo desmentir». El presidente de la Junta, Guillermo Fernández Vara, reconoció ayer que, en las negociaciones con las eléctricas sobre la prórroga para la central nuclear de Almaraz, llegó a plantear su dimisión si no se llegaba a un acuerdo para que la planta pudiera seguir funcionando hasta 2028.

Preguntado por el asunto ayer en la rueda de prensa posterior al Consejo de Gobierno, Fernández Vara ratificó la versión ofrecida por este diario el pasado sábado. «Con el asunto enquistado por diferentes razones en las últimas semanas, yo comuniqué obviamente que si eso no salía y Almaraz se cerraba el año que viene, tendría consecuencias, la primera para mí», dijo el presidente, que señaló además que lleva «mucho tiempo» hablando con las empresas y el ministerio y que siempre ha defendido lo mismo: garantizar la continuidad de la central hasta que en la zona hubiera alternativas.

Por otra parte, Fernández Vara también se refirió, a preguntas de los medios, a la nueva orden de declaración del periodo medio de incendios en la comunidad. El presidente pidió al sector agrario que sea «razonable» en sus peticiones y recordó que gracias al diálogo con ellas, se ha «flexibilizado mucho».