El posible trasvase a tierras levantinas desde el Tajo Medio, concretamente desde el pantano cacereño de Valdecañas, no cuenta con "ningún plan concreto elaborado", según le transmitió ayer el jefe del Ejecutivo murciano, Ramón Luis Valcárcel, al presidente extremeño, Guillermo Fernández Vara, avalando así las informaciones que al respecto han salido últimamente desde el Ministerio de Medio Ambiente y Medio Rural y Marino. No obstante, el mandatario extremeño reiteró que estaría dispuesto a hablar de esta posibilidad en el futuro si ello "no significa renunciar a los intereses de Extremadura".

Es esta una postura que coincide con la del presidente murciano en cuanto a que, ayer mismo, también planteó la necesidad de mantener el actual caudal que el levante español recibe del Tajo, apoyándose para ello de un informe económico que presentó junto a su homólogo valenciano, Francisco Camps, ante la posibilidad de que, como recoge el nuevo Estatuto de Castilla-La Mancha, aún pendiente de su aprobación definitiva, el trasvase Tajo-Segura se cierre a partir del 2015.

Fernández Vara y Valcárcel abordaron ayer esta cuestión en un encuentro celebrado en Murcia, con motivo de la asistencia de Fernández Vara a la universidad de dicha comunidad para dictar una conferencia sobre el desarrollo económico de la comunidad. Tras la entrevista, el presidente del Ejecutivo extremeño subrayó que si llegado el momento se pone sobre la mesa la discusión sobre un trasvase estaría "dispuesto a hablar", una postura que, en su opinión, no significa renunciar "a defender los intereses que puedan tener los ciudadanos de Extremadura, sino que hay que hablar y negociar nuestros problemas y proponer soluciones". Fernández Vara mencionó expresamente los intereses de los regantes extremeños, sobre quienes dijo que "necesitan que se pongan sus problemas" sobre la mesa.

El presidente extremeño expuso un discurso de solidaridad entre los territorios, y en este sentido advirtió que nadie podrá contar con él para "trocear el país", para a continuación señalar que esto es lo que ocurre cuando se empieza por "trocear los ríos". "Si yo dijera que de Extremadura no va a salir ni una gota de agua le doy la razón a aquellos que dicen que de su tierra no sale nada y no se puede defender aquello de lo mío es mío y lo tuyo que sea de los dos", precisó Fernández Vara, quien reiteró su planteamiento sobre la capacidad de los territorios para abordar sus problemas en conjunto, lo que provocó palabras de elogio en su homólogo murciano, quien dijo haber encontrado en el extremeño a un presidente que cree en la unidad de España.

CUESTION DE ESTADO Previamente a la reunión con Fernández Vara, el presidente murciano compareció con su homólogo valenciano, Francisco Camps, para presentar un estudio que avala la continuidad del trasvase desde el Tajo a tierras levantinas, ante la amenaza de su finalización. Según este informe, que considera a esta canalización como una "cuestión de estado", esta infraestructura es responsable del abastecimiento de dos millones y medio de personas, del matenimiento de 890.000 puestos de trabajo, y de una producción agrícola por valor de 2.300 millones de euros.

Así, unas horas antes de reunirse con Fernández Vara en Murcia, Valcárcel se refirió en Alicante a la "amenaza nueva" que plantea la abolición del trasvase, así como elevar la reserva estratégica de los pantanos de Entrepeñas y Buendía a 600 hectómetros cúbicos (como ha planteado la comunidad de Madrid). El presidente murciano lamentó que "lo que pudo ser no es, el Ebro, y lo que es pueda dejar de serlo, el Tajo", y ha resaltado que "merece la pena seguir peleando y reivindicando" para contar con agua.

Por su parte, Camps afirmó que las regiones valenciana y murciana no entendieron "nunca la arbitraria decisión" de derogar en 2004 el Plan Hidrológico Nacional (PHN), una "gran ambición nacional" que refleja una forma de entender España de forma solidaria "sin fronteras ni murallas", comentó.