El presidente de la Junta, Guillermo Fernández Vara, y el alcalde de Badajoz, Miguel Celdrán, discreparon ayer, tras una reunión en la capital pacense, sobre la necesidad de elaborar un código de buen gobierno como han acordado el PSOE y el PP. Mientras el primero cree que hay que aprobarlo para, entre otros motivos, evitar que algunos asuntos sean objeto de discusión entre las fuerzas políticas, el segundo responde que el código se lo dieron hace muchos años sus padres, y que nadie tiene que enseñarle lo que es la honestidad, la honradez o el ahorro.

Vara indicó que la situación económica ha puesto de manifiesto que hay cosas que hace tiempo a los ciudadanos no le extrañaban y ahora sí, porque poco a poco la crisis "nos esta haciendo cambiar a todos la vida". Subrayó que no ejerce la política por lo que gana, ni por el coche oficial que usa, ni por nada material, y explicó que con su propuesta del código de buen gobierno solo pretende que algunos asuntos no sean objeto de discusión entre los partidos.

Además, se mostró a favor de que los diarios oficiales publiquen el sueldo de los políticos para que los ciudadanos vean que no tienen nada que ocultar. Lo fácil es decir que no es necesario este código, según Fernández Vara, que defendió su elaboración y más en tiempo de crisis.

Por su parte, Celdrán señaló que se le cae "la cara de vergüenza" porque se tenga que aprobar un documento de estas características. Afirmó que a él el código se lo dieron hace muchos años sus padres y ha aseverado que nadie tiene que enseñarle lo que es la honradez y el ahorro.

Si el PSOE y el PP aprueban este código, ha indicado que no lo va ni a leer, "ya que mi comportamiento siempre está en línea", aunque señaló que hará aquello a lo que tenga que ajustarse por ley. En su opinión, lo que sí hay que impedir es que haya alcaldes de pueblos extremeños de 5.000 habitantes que ganan 40.000 euros al año, más dietas.