El presidente de la Junta de Extremadura, Guillermo Fernández Vara, ha valorado en la localidad italiana de Turín las experiencias vinculados al movimiento Slow Food para aplicarlas en la región, un modelo que encaja en la nueva estrategia de desarrollo de economía verde y biodiversidad. Vara visitó ayer el Congreso Terra Madre y Salone del Gusto 2016 en la ciudad italiana, donde conoció de primera mano el movimiento Slow Food Internacional, según informa la Junta.

Su participación en este evento está motivado por el interés por los nuevos modelos de éxito en el sector agroalimentario, desde la producción a la comercialización, pasando por la innovación y el conocimiento en relación con una alimentación de calidad, limpia y justa.

Fernández Vara destacó la labor que el movimiento Slow Food lleva a cabo en la región y las posibilidades que este tiene en Extremadura; de hecho fue catalogada por el propio Carlo Petrini, fundador de Slow Food, como «el paraíso slow» en una visita a la comunidad en 2010.

iniciativas de éxito/ Durante su visita, el presidente extremeño se interesó por iniciativas de éxito en este sector que pudieran importarse a Extremadura, como proyectos para proteger la biodiversidad alimentaria, crear vínculos entre productores y consumidores, y concienciar a la sociedad de los asuntos urgentes que afectan al sistema alimentario.

«Es importante que empecemos a poner en valor aquellas producciones que tienen también un estrecho vínculo con lo emocional, ligadas al territorio, y que contribuyan a la fijación de la población en el mundo rural», afirmó Vara, que además ligó la corriente Slow Food con la nueva estrategia de economía verde para el desarrollo de Extremadura, «poniendo la economía verde y circular al servicio de la alimentación y la biodiversidad».

En ese sentido, el presidente de la Junta defendió que hay que saber conjugar el potencial agroalimentario de la región «con un tipo de producción que tiene que ver más con la calidad que con la cantidad, para así estar en línea con lo que la gente de este mundo comienza a demandar cada vez más».

Con ese propósito se ha diseñado la agenda de esta visita en la que además de acudir a los pabellones españoles de alimentos pertenecientes al Arca del Gusto, se han programado una serie de reuniones con una delegación de la Universidad de las Ciencias Gastrónomicas y de Slow Food Internacional, además de participar en un taller sensorial Laboratorio del Gusto y visitar las instalaciones de Eataly en la ciudad de Turín, mercado de la biodiversidad de los alimentos italianos con una singular zona de restauración.