El presidente de la Junta de Extremadura, Guillermo Fernández Vara, asegura que "no" está preocupado por la deuda de Extremadura porque "quien tiene mucho más de lo que debe, no debe estar preocupado", y afirma que "si hiciera falta endeudarse algo más para ser motor de actividad, no pasa nada". "España no tiene un problema de deuda, ni tiene Extremadura un problema de deuda" y explica que las empresas públicas tienen que "ser capaces" de gestionar sus activos al igual que la empresas.

Según recoge la agencia Europa Press, Vara subraya que "Extremadura tiene una deuda de 1.200 millones de euros, que es bastante menos que sus activos". Pone como ejemplo que la comunidad es propietaria de "17.000 viviendas que, a precio del mercado, son más que lo que equivale" a la deuda, sin contar con los hospitales, centros de salud, colegios, polígonos industriales o monte público.

Por ello, el presidente extremeño considera "imprescindible" que los empresarios y el mundo financiero "tengan claro" que España y Extremadura "no tienen un problema preocupante de deuda", sino "un problema un problema de déficit", el cual, a su juicio, "es perfectamente posible acompasarlo y adaptarlo a las exigencias" que marca la Unión Europea.

Así, Fernández Vara indica que "el problema" surge "cuando no" se puede "soportar el gasto fijo con los ingresos fijos", ese es el punto "donde hay que actuar", por lo que habrá que recortar, disminuir el gasto" e "intentar aumentar los ingresos", sin que ello suponga una "afectación directa" en el crecimiento de la riqueza.

El presidente autonómico añade que "todo el crecimiento de unos años, que generó muchos ingresos", los cuales "eran coyunturales", se llevaron "a gasto estructural", porque se pensaba que "aquella situación de crecimiento y de ingresos extraordinarios se iba a perpetuar en el tiempo", pero "eso ahora hay que corregirlo". "Seamos capaces, los administradores públicos, de gestionar nuestros activos igual que lo hacen las empresas".

En opinión de Vara, de esta forma se le podrá decir a los ciudadanos que el país "no" tiene un problema que "yugule el futuro", sino "simplemente un problema coyuntural de déficit" que hay que "corregir, pero que, en cualquier caso", permite "tomar decisiones en este momento que no vayan encaminadas a cortar la inversión productiva".