El consejero de Sanidad de la Junta de Extremadura, Guillermo Fernández Vara, realizó ayer un llamamiento a la sociedad y, especialmente a los padres, a quienes pidió una adecuada atención en la alimentación de sus hijos como medidas preventivas para combatir trastornos como la anorexia o la bulimia.

Vara realizó estas declaraciones en Badajoz, durante la inauguración de las II Jornadas sobre Trastornos de la Alimentación, organizadas por la Asociación para la Defensa del Tratamiento de los Trastornos Alimentarios de Extremadura (Adetaex) y el Area de Psiquiatría de la Facultad de Medicina de la Universidad de Extremadura (Uex).

En su intervención, el consejero advirtió de que la mejor manera de acabar con estos desórdenes entre la población extremeña es intentar evitar que puedan llegara producirse, tarea para la cual, dijo, han de estar implicadas no sólo las autoridades públicas, sino también toda la sociedad en su conjunto.

Al respecto, reclamó la parte de responsabilidad que en estos temas tienen los padres o los medios de comunicación, estos últimos a la hora de emitir imágenes como las de la pasada Pasarela Cibeles, que provocan que "los jóvenes entiendan esos modelos como modelos a seguir, cuando eso no es modelo de nada", resaltó. "Si como se dice la arruga es bella, hay que hacer hincapié en que la delgadez no es nada bella", apostilló.

En cuanto a los padres, Fernández Vara aseguró que éstos son los primeros que tienen que preocuparse por una alimentación equilibrada para sus hijos, ya que "una alimentación desequilibrada provoca problemas de obesidad infantil o juvenil que luego pueden derivar en una obsesión desmedida por adelgazar y en cuadros de anorexia", indicó.

TRABAJAR EN PREVENCION Por eso, reiteró que "hay que trabajar mucho en el antes, en la prevención, y los padres deben tener claro que con sus hijos deben manejar tres o cuatro conceptos básicos, entre ellos una alimentación equilibrada y el ejercicio físico", señaló.

Por otro lado, en cuanto al perfil del enfermo de anorexia o bulimia, el consejero de Sanidad explicó que cada vez va siendo menos claro que el paciente tenga que ser una persona joven y del sexo femenino, ya que se está comprobando cómo el riesgo de poder sufrir un trastorno alimentario está presente a cualquier edad, destacó. "Es cierto que existen condicionantes biológicos y genéticos, pero cada día está más claro que el entorno de la persona influye notablemente", manifestó.