El presidente de la Junta de Extremadura, Guillermo Fernández Vara, pidió ayer "prudencia" sobre las negociaciones respecto al futuro modelo de financiación autonómica, e insistió en que rechazará el sistema si implica "desigualdad". El jefe del Ejecutivo regional asistió ayer en Madrid a la comparecencia del vicepresidente tercero, Manuel Chaves, en la Comisión General de Comunidades Autónomas del Senado. Allí puso de manifiesto que las negociaciones del nuevo sistema se han dilatado "demasiado" y que es necesario "un pacto de silencio" para que pueda alcanzarse un acuerdo definitivo. Por ahora, destacó, sólo se conoce "la propuesta planteada el pasado mes de enero" y que ésta "no permite sacar conclusiones porque sólo está el chasis de la bicicleta". En todo caso, Chaves presentó en esa cita la "hoja de ruta" de su departamento, que pasa por la modernización del marco normativo de las autonomías o el desbloqueo de los traspasos pendientes, así como por cerrar el modelo de financiación autonómica, y anunció una nueva ronda de contactos con las comunidades para cerrarlo antes del 15 de julio.

Fernández Vara reiteró una vez más que "si de la aprobación del nuevo modelo se desprendiera desigualdad, nosotros no lo vamos a apoyar", pero "la prueba del algodón de si promueve o no la desigualdad va a estar en el planteamiento que comunidades como Extremadura tengan ante ese modelo", comentó.

Tras esto, Fernández Vara pidió a todas las partes implicadas "prudencia" ya que "no es posible estar negociando algo tan importante como el modelo de financiación en los periódicos y con notas de prensa". Ahora, aclaró, "no es el momento de ver quién escupe más lejos creyendo que quién lo haga está por encima del de al lado, hay que intentar alcanzar un acuerdo porque este país lo necesita, un acuerdo que nos permita seguir sintiéndonos a todos iguales".

NO ES UN CAPRICHO En esa cita en el Senado, el ministro Chaves consideró el nuevo modelo como un instrumento para afrontar la crisis económica y no reducir las políticas sociales, e insistió en que es una "necesidad" y no un "capricho", mientras reiteró que no hay ninguna comunidad que no le haya transmitido que necesita más financiación para prestar los servicios básicos.

Las comunidades han aprovechado sus intervenciones para fijar su posición sobre el nuevo modelo de financiación. Así el consejero de Relaciones Institucionales del Gobierno catalán, Joan Saura, aboga por sellar "cuanto antes" un pacto que sea "bueno" y cumpla el Estatut catalán. Además, avisó de que están en juego las relaciones entre Cataluña y el Estado. "Lo que ocurra en las próximas semanas condicionará la situación política de Cataluña y del conjunto de España e incidirá de forma determinante en las relaciones entre Cataluña y el Estado", dijo.

El resto de representantes autonómicos han recordado al Gobierno que el nuevo modelo debe ser "multilateral" y estar basado en la "solidaridad" y el "equilibrio" territorial.

Ante esta comisión del Senado se estrenaron ayer representantes vascos y gallegos. La consejera de Administración Pública del País Vasco, Idoia Mendia, expresó que será "exigente" para culminar la asunción de las transferencias del Estatuto de Gernika. Mientras, el consejero de Presidencia de la Xunta, Alfonso Rueda, apostó por la "cultura de la multilateralidad".

Por otro lado, Castilla y León y Asturias reclamaron un pacto entre el Estado y las 17 comunidades que haga frente a la crisis. Para ello, varios mandatarios urgieron a Chaves una nueva reunión de la Conferencia de Presidentes para abordar soluciones para la situación. Entre tanto, el ministro anunció dos comparecencias en cada periodo de sesiones ante esta comisión.

Así, todas las autonomías exigieron que el nuevo modelo tenga en cuenta las peculiaridades de sus territorios y algunas gobernadas por el PP, como Valencia o Melilla, denunciaron la "falta de compromiso" del Gobierno con sus territorios. Además reclamaron una reforma de la financiación local y sus transferencias pendientes.