El presidente de la Junta, Guillermo Fernández Vara, destaca que la sentencia del Tribunal Supremo sobre la deuda de 34 millones de euros que el Estado mantiene con Extremadura por gastos sanitarios del año 2001, "no pone fin al proceso de reclamación" por parte de la Administración autónoma.

Así responde el presidente de la Junta a la pregunta del líder a la oposición, José Antonio Monago, en el Pleno de la Asamblea de Extremadura, que se ha iniciado con un minuto de silencio en recuerdo del ex presidente del Gobierno preautonómico Manuel Bermejo, fallecido el lunes, según recoge la agencia Efe.

El apartado de preguntas orales al presidente se ha desarrollado en un tono bronco por parte de Monago, quien ha acusado a Vara de no responder y de"echar balones fuera" en sus respuestas ante el Pleno de la Cámara y quien ha amenazado con actuar de forma diferente si el presidente extremeño "no cambia el chip".

El dirigente popular ha acusado a Fernández Vara y a sus "40 asesores" de actuar con "torpeza y cerrazón" en la reclamación de los 34 millones de euros que les adeuda el Estado y ha destacado que otras comunidades autónomas sí hicieron bien el proceso administrativo y recibieron hace tiempo las cantidades adeudadas.

Sin embargo, Vara ha insistido, al igual que ya ha hecho la consejera de Sanidad, María Jesús Mejuto, en que la sentencia del TS sólo afecta a la forma y no al fondo de la reclamación y ha precisado que cada región formuló sus peticiones al respecto ante distintos organismos estatales, ante la falta de concreción al respecto, por lo que la Junta reclamará ahora ante la Intervención General de la Seguridad Social, que es lo preceptivo.

Por otra parte, Fernández Vara ha rechazado, como ha denunciado el PP, de acuerdo con un informe del Tribunal de Cuentas, que la Junta tuviese almacenados durante cuatro años un tomógrafo y un ciclotrón adquiridos para el Hospital Infanta Cristina de Badajoz.

El presidente ha aclarado que el tomógrafo, para la emisión de positrones en medicina nuclear, que se adquirió en 2004, entró en funcionamiento en 2006, una vez que se hicieron las obras preceptivas en el hospital.

La puesta en marcha del ciclotrón, que es el equipo que produce la glucosa radiactiva y que fue el primero que se instaló en un hospital público español, se retrasó más, sin embargo, porque los técnicos y el Consejo de Seguridad Nuclear detectaron una fuga en el búnker blindado que se debió construir para su instalación, por lo que debió repararse.

Esto no impidió, sin embargo, que el tomógrafo funcionase, ya que la glucosa radiactiva fue facilitada mientras tanto por la empresa suministradora, ha recalcado Vara.

José Antonio Monago, por su parte, ha insistido en la posible obsolescencia que sufrieron estos equipos por el retraso en su puesta en marcha y ha acusado a la Junta de "vender" sus inversiones en la prensa y de tratar de convertir su mala gestión en un éxito.