La construcción del tramo de autovía entre Cáceres y Aldea del Cano obligará a modificar el trazado de las vías del ferrocarril en las inmediaciones de la capital cacereña. En total, será necesario corregir 1.250 metros de vías, a fin de poner en línea recta la curva que existe a la entrada de Cáceres, pasado el cruce con la carretera N-521.

No obstante, según la constructora, Corsán-Corviam, la intervención supondrá una importante mejora para el trazado ferroviario. El objetivo es conseguir una adecuada variante de Cáceres, que transcurrirá por el oeste de la ciudad, iniciándose al final del tramo en ejecución Hinojal-Cáceres y entroncando con el de Aldea del Cano-límite con la provincia de Badajoz, también en ejecución --casi la totalidad de los 29 kilómetros del tramo discurren por el término municipal de Cáceres--.

El presupuesto de las obras, que inauguraron ayer el ministro de Fomento, Francisco Alvarez Cascos, y el presidente de la Junta de Extremadura, Juan Carlos Rodríguez Ibarra, asciende a 73 millones de euros y el plazo de ejecución es de 33 meses.

Entre las estructuras previstas (se proyectan un total de 27), será necesario construir un puente sobre el río Salor, además de viaductos y pasos inferiores y superiores. De igual forma, se crearán 20 kilómetros de caminos de servicio.