El informe del Instituto de la Mujer de Extremadura revela que los roles tradicionales en la distribución de tareas del hogar mantienen toda su vigencia.

Así, sólo el 0,8% de los hombres plancha, frente al 81,6% de mujeres, situación que se mantiene en tareas como barrer (1,2% de hombres frente a 77,1% de mujeres), hacer la cama (1,7% frente a 70,7%), hacer la comida (2,55 frente a 80,8%), comprar (4,3% frente a 65,9%) o llevar a los niños al médico (1% frente a 32,3%). En la media, apenas en el 9% de los casos la labor es compartida.

Además, dos datos agravan la situación. El primero se refiere a que en los últimos dos años el tiempo dedicado por el hombre al trabajo doméstico --que era la mitad que la mujer en 1996-- ha bajado en 40 minutos por día, mientras que el dedicado por la mujer apenas desciende en 13 minutos diarios.

El segundo es que en los pocos casos en que las labores del hogar son realizadas por los hijos, la descendencia femenina asume diez veces más trabajo que la masculina.

Todo ello lleva a concluir en el estudio que "el hombre extremeño sigue sin asumir responsabilidades en el trabajo doméstico, limitándose a ayudar en casos de necesidad".