La Asociación de Vecinos del Gurugú pondrá en marcha el mañana un comedor donde servirán el desayuno y la comida durante los meses de verano a unos 40 niños de la barriada cuyas familias atraviesan una situación económica de gran dificultad. La iniciativa está financiada por Caja Badajoz, con 4.600 euros. El objetivo del comedor no es solo cubrir las necesidades básicas de los pequeños y aliviar así la carga económica en sus hogares --el 80% de los vecinos está en el paro y muchos de ellos no reciben ninguna prestación--, sino que este servicio se complementará con actividades. Los niños tendrán apoyo escolar, participarán en talleres y dos días por semana acudirán a la piscina de La Granadilla en un autobús que ha puesto a su disposición la empresa Eurolimpiezas.

El comedor funcionará hasta el 30 de agosto. Con la subvención de la Caja de Badajoz se sufragará la contratación de las cocineras y la compra de alimentos frescos, pues los no perecederos llegarán a través de Cruz Roja. Además, la residencia Nuestra Señora de la Soledad aportará el pan que consuman los niños estos dos meses y el colegio Santa Engracia las bandejas para la comida. Enrique Cabezas, presidente de la asociación vecinal, explicó que este proyecto puede llevarse a cabo porque la sede vecinal dispone de una cocina industrial. Atenderá a niños del Gurugú, el grupo Sepes, La Luneta y Colorines de 8 a 16 años. Los padres y los vecinos serán los monitores voluntarios.