Alrededor de una veintena de guardias civiles distribuidos en tres turnos velan en Mirandilla porque no se reproduzcan incidentes como los del pasado fin de semana, cuando un numerosos grupo de vecinos trato de linchar a los miembros de una familia, los Molina, después de que éstos disparasen contra los ciudadanos.

Según comentó el alcalde de Mirandilla, José María Carrasco, el ambiente que reina ahora en la localidad cercana a Mérida es "de tranquilidad", aunque los vecinos también se mantienen "expectantes" ante la decisión que pueda tomar el juez. El deseo unánime de los ciudadanos es que los Molina "no vuelvan" ya sea porque el juez decrete el ingreso en prisión de los cuatro detenidos de esta familia o porque sean ellos, en el caso de que salgan en libertad, los que decidan no regresar al pueblo.

Carrasco explicó que "por lo que yo tengo entendido" los Molina "han expresado su idea de no volver". En este caso, continuó el alcalde, "el ayuntamiento se lo va a poner fácil para que sus propiedades aquí no les aten". La actuación municipal consistiría en hacerse cargo de las negociaciones para la venta de esas propiedades y que los miembros de esta familia "se marchen a otro lugar donde puedan y sepan comportarse".

Mientras se conoce el futuro inmediato de los detenidos, que será posiblemente hoy mismo, puesto que tanto Carrasco como la Delegación del Gobierno indicaron que serán puestos a disposición judicial a lo largo de la jornada, se mantiene un amplio dispositivo de vigilancia para evitar que se reproduzca cualquier tipo de incidentes.

Alrededor de una veintena de efectivos de la Guardia Civil se turnan para tener controlada la situación las 24 horas del día. La mayor parte de los agentes permanecen en las inmediaciones de la casa de los Molina, mientras al menos dos vehículos patrullan las calles del pueblo.

El alcalde de Mirandilla señala que este dispositivo se mantendrá "el tiempo que sea necesario" y el número de guardia civiles se marcará según cómo evolucionen los acontecimientos.

Por lo que se refiere a los cuatro miembros de la familia Molina que no están detenidos, todos menores de edad, Carrasco señaló que "tengo entendido que están tutelados, pero no sé dónde".

El alcalde expresó además su deseo de que esta situación tan tensa se vaya calmando y las aguas vuelvan a su cauce, "de manera que podamos vivir tranquilos como siempre se ha vivido en este pueblo" hasta la llegada de esta familia.

Carrasco explicó que los Molina llegaron a Mirandilla hace unos once años "y no sé de dónde venían, porque hay varias versiones". Aunque la convivencia con esta familia siempre fue conflictiva "cuando llegaron los hijos eran aún niños" y las situación, con ser mala, no era tan extrema como en los últimos tiempos. "Los niños han crecido y las cosas se han ido de las manos últimamente", comentó el edil, hasta desembocar en los graves altercados que desde el sábado pasado mantienen en jaque a todos los vecinos de esta pequeña población.