En los templos se escuchan estos días casi más previsiones meteorológicas que rezos. Los cofrades consultan las páginas especializadas y las cotejan con los horarios procesionales: "Parece que la Vera Cruz sí saldrá"; "La Sagrada Cena haría bien no pasando de la plaza"; "El Humilladero coincidirá con un claro"; "El Nazareno lo tiene que estudiar con nueve pasos"; "El Amor seguro que se atreve"; "Jesús Condenado puede mojarse un poco sin sufrir daños". Son algunos de los comentarios que se repiten en cualquier ambiente cofrade, porque la Semana Santa cacereña está viviendo una edición lluviosa realmente incierta.

Hoy comienzan las jornadas más intensas con nueve procesiones en Jueves y Viernes Santo. Las hermandades tienen sus pasos a punto y todas confían en que escampe. La primera en cruzar el umbral esta mañana será la Sagrada Cena, con su imponente paso del imaginero sevillano Dubé de Luque y una ornamentación siempre muy cuidada. Estrenará su paso infantil, El Triunfo de la Eucaristía, y detrás procesionará Nuestra Señora del Rosario con su manto de terciopelo de Saltera, mantilla de blonda española y corona de plata del orfebre Manuel de los Ríos.

Por la tarde, la cofradía del Amor espera estrenar el manto de Nuestra Señora de la Caridad (siglo XVII), ya bordado por completo en Valencia y sufragado por los hermanos ante la imposibilidad de retrasar su adquisición. También llevará nueva toca donada por una familia. Junto a ella procesionarán el Cristo del Amor y Nuestro Padre Jesús de la Entrega. Poco después saldrá la cofradía de la Vera Cruz (siglo XV) con cinco pasos especialmente significativos de la tradición cacereña, que representan pasajes de la Pasión y Muerte: Oración en el Huerto, Beso de Judas (estrena andas de un acabado que ha recibido elogios), Flagelación (cumple 100 años), Cristo de la Salud (siglo XVI) y por supuesto la Dolorosa de la Cruz.

Cuando caiga la noche, la siempre numerosa cofradía del Humilladero aguardará su salida con el Cristo del Humilladero (talla gótica del siglo XIV), el Señor de la Columna (1655) y la Virgen María Correndentora, que estrenará varales prolongados hasta los 6,20 metros para facilitar la labor de las hermanas de carga. Entrando en la madrugada, la Cofradía Universitaria de Jesús Condenado realizará su segunda estación de penitencia con una salida emotiva del Palacio Episcopal acompañada de música de cuerda. Las andas de esta talla, que porta un patibulum siguiendo la tradición romana, llevarán inscripciones latinas y nueva composición de luz.

A las cinco, en plena madrugada, tendrá lugar un momento simbólico donde los haya: la salida del Nazareno (1609) y los ocho pasos de la procesión de la Madrugada: La Magdalena (1904), La Caída (1956), La Verónica (1903), El Calvario (1927), Cristo de los Milagros (1583), Cristo de las Indulgencias (XIV), Exaltación de la Cruz (1953) y las Angustias (1914). Marcharán acompañados por un millar de cofrades, músicos, penitentes y mantillas.