Se la conoce por nombres que no invitan comerla, como revientavacas, higuera del infierno o hierba del diablo, pero en solo una semana cuatro jóvenes han sido noticia por haberla ingerido. Dos de ellos han muerto. El estramonio pertenece a la familia de las solanéceas y crece en campos, parques, orillas de los ríos o cunetas. Es tóxica por los cuatro costados, aunque la más letal son las semillas --era lo que contenía la bebida que tomaron los dos jóvenes fallecidos en Getafe--.

Los efectos del estramonio se sienten de inmediato. Las pupilas dilatadas, la boca seca y la visión borrosa dan paso a naúseas, vómitos, a un aumento de la presión arterial, taquicardias, convulsiones, espasmos y alucinaciones. Si la intoxicación es grave puede llevar al coma e, incluso, a la muerte.

De su carácter venenoso alerta el olor que desprende. Es de tamaño grande y tiene multitud de variedades. Su flor suele ser de color blanco.

En Getafe tras la muerte de los dos jóvenes --en la ciudad de Valencia otros cuatro jóvenes resultaron intoxicados de la misma forma en el 2004-- han decido a acabar con ellas. Su alcalde, Juan Soler, ha dado órdenes para que sean arrancadas de todo el término. La medida tiene visos de extenderse por otros municipios madrileños, aunque los expertos dudan de su eficacia y abogan por la información para combatir a este potente alucinógeno.