La sensación frecuente de que cada vez existen menos fumadores en la sociedad actual y de que también es mayor el número de personas que intentan abandonar este hábito está avalada por las estadísticas. Las ventas de tabaco en estancos en Extremadura siguen bajando cada año, aunque no así la cifra de negocio de los estancos ni la recaudación del Estado vía impuestos. O lo que es lo mismo, cada vez se vende menos tabaco pero éste es más caro, lo que permite incrementar los ingresos de estancos y las arcas públicas.

Las cifras avalan que aumenta la concienciación entre la población de los perjuicios que acarrea fumar. Según las cifras del Comisionado para el Mercado de Tabacos (CMT), organismo dependiente del Ministerio de Economía, en el 2003 se vendieron en Extremadura 112,9 millones de cajetillas de cigarrillos frente a los 115,1 millones del año anterior, lo que representa una disminución de casi el 2%. Traducido a cigarrillos (veinte unidades por cajetilla), el consumo disminuyó en 44 millones de unidades, según la CMT.

En toda España, las ventas de cigarrillos aumentaron casi en un 2%. Según la revista Tabaco y Noticias , "el mercado de cigarrillos en España depende, cada vez más, de las compras de los turistas y de los movimientos de fronteras". La caída de las ventas se acusa más en las grandes ciudades y por tipos de tabaco, las marcas de negro son las que registran un mayor retroceso en el mercado nacional.

CAMPAÑAS ANTITABACO Las campañas antitabaco por parte de las autoridades sanitarias se han intensificado en los últimos meses. Un ejemplo claro de ello son las nuevas advertencias que desde finales del 2003 incorporan las cajetillas. A pesar de esta disminución de las ventas, los ingresos por venta de tabaco suben debido al encarecimiento de las cajetillas. Según los datos que maneja la CMT, la cifra global (incluidos cigarrillos, puros, picadura de liar y de pipa) de ventas de tabaco en Extremadura alcanzó un importe de 229,8 millones de euros en el 2003, casi un 3% más que en el 2002. La mayor parte del mercado corresponde a cigarrillos, cuyas ventas supusieron una cifra de 220,8 millones de euros.

El precio final del tabaco tiene un componente fiscal muy importante. Tan es así que los propios estanqueros se consideran meros recaudadores de impuestos. De la cifra global de ventas de tabaco en Extremadura --229,8 millones de euros--, el 70% son impuestos, es decir, 160,99 millones de euros. Esta cantidad es casi un 3% superior a la del año 2002 en la región.

El destino final de los impuestos del tabaco se distribuye entre el Estado y los gobiernos autónomos. De los 160,9 millones recaudados en Extremadura en el 2003, la mayoría (129,2) son impuestos especiales y los restantes 31,7 millones son impuesto sobre el valor añadido (IVA). Del total de los impuestos especiales, el Estado se queda con el 60% y el restante 40% lo recauda la comunidad. Navarra y País Vasco tienen un régimen fiscal distinto e ingresan el 100% de los impuestos especiales del tabaco.

Según datos oficiales, en Extremadura se declaran fumadoras unas 400.000 personas. El 43% de los extremeños de entre 15 y 65 años reconocen haber fumado en el último mes.