A las 5.09 de esta madrugada ha comenzado oficialmente el otoño, que se prevé más cálido y menos lluvioso y al que deja paso el verano más caluroso en el último siglo en las dos capitales de provincia extremeñas (únicas en la región con observatorios centenarios). La temperatura media del verano en ambas ciudades ha alcanzado los 27º, la cifra más alta registrada en Badajoz desde 1881 y la mayor en Cáceres desde 1908. La temperatura máxima media fue en Badajoz de 35,7º (la máxima absoluta ha sido de 41,9º), la mayor desde 1907, mientras que en Cáceres fue de 34,3º ( la absoluta ha alcanzado los 40,1º), la más alta registrada desde 1937.

"Estamos entre dos y tres grados por encima de los valores medios históricos de referencia y eso es mucho", señaló Adolfo Marroquín, delegado territorial de la Agencia Estatal de Metereología, que ayer compareció junto con la delegada del Gobierno, Carmen Pereira, para presentar el resumen climatológico del verano y el balance del año hidrológico. Marroquín señaló que la explicación a este incremento en las temperaturas hay que buscarla en las condiciones climatológicas que se han producido este mismo año, caracterizado por una situación de humedad muy baja, con vientos de componente sur muy cálidos, muchas veces procedentes del norte africano, que cruzan la península ya con temperaturas muy elevadas, a lo que se suma la ausencia de precipitaciones.

Por otra parte, en el año hidrológico que acaba (se contabiliza de octubre a septiembre) se han producido un 27% más de precipitaciones en la región, si lo comparamos con la media histórica, lo que supone que se han registrado 171 litros por metro cuadrado más de los valores medios de los últimos 30 años.

Pero la lluvia no se ha repartido por igual, mientras que en comarcas como Las Hurdes se han producido en el último año un 74% más de precipitaciones y en Los Ibores y Las Villuercas se han duplicado con respecto a la media comarcal histórica, en otras zonas como el Valle del Alagón, la comarca de Olivenza y las Riberas del Tajo se han situado por debajo de la media registrada en las últimas tres décadas (entre el -1 y el -3%).