El consejero de Sanidad y Políticas Sociales, José María Vergeles, afirmó ayer que ningún producto extremeño está afectado por la supuesta trama de jamones caducados y por tanto no era necesario decretar una alerta alimentaria (tal y como le reprochó ayer el PP), para no perjudicar a los productores extremeños.

Según indicó, el pasado año se certificaron en la región 8,9 toneladas de carne fresca y de este total, sólo 180.000 kilos se tuvieron que destruir.

Sin embargo, el diputado popular José María Saponi criticó la «inacción» de la Consejería de Sanidad ante este asunto que, «lejos de aplicar medidas contundentes y de denunciar a esas empresas deshonestas, se ha limitado a reconocer ante la Fiscalía un posible delito contra la Salud Pública», con lo que se está «poniendo en riesgo la salud de miles de extremeños».