La organización Ecologistas en Acción de Extremadura ha confirmado que el vertido tóxico que, según denunciaron, realiza una industria olivarera ubicada en la comarca cacereña de Sierra de Gata no es alpechín, como en un principio se pensó, sino salmueras de fermentación altamente contaminantes.

El colectivo ecologista ya dio a conocer que este vertido ha provocado la muerte de dieciocho cabras propiedad de Julián Flores, un vecino de localidad de San Martín de Trevejo, "al beber los animales agua contaminada de unas lagunas dentro de unas fincas que éste tiene arrendadas para el sustento de su ganado y sobre las que una industria olivarera vierte".

En un comunicado remitido hoy a Efe, Ecologistas en Acción explica que el vertido tóxico no es alpechín sino que está formado por salmueras de fermentación altamente contaminantes con gran cantidad de ácido láctico, ácido hidroxibenzoico, lejías de cocido, compuestos polifenólicos y aguas de lavado con gran cantidad de sólidos en suspensión de diferente naturaleza y otros productos químicos disueltos.

Para los ecologistas, estos datos apoyan el hecho de que la industria de aceitunas "pudiera ser la causante del vertido, ya que ésta se dedica al aderezo de la aceituna de mesa y no es una almazara de aceite que pudiera verter alpechín".

Asimismo, han indicado que en el entorno del arroyo estudiado aparecen especies químicas procedentes de la degradación de ácidos polifenólicos, "que no proceden de aguas residuales urbanas, como se puede demostrar experimentalmente".

Añaden que la aparición de ácido hidroxibenzóico, derivado de la degradación del ácido cumárico, indica indudablemente la existencia de un vertido industrial, "que en la zona muestreada a pie del punto exacto de vertido (tubería camuflada), podría perfectamente pertenecer a una industria de tratamiento de aceitunas".

En este sentido, ha denunciado que después de la visita de los ecologistas al entorno de la olivarera "se han dado buena prisa, y sin permiso de los dueños de las fincas donde se ha vertido, han entrado en ellas para tapar los tubos y echar cemento en las lagunas, para evitar el análisis de las aguas".

"Pero eso no ha impedido que las cabras que ya han bebido de esas aguas se sigan muriendo y abortando y no ha impedido el daño que ya han causado al arroyo, al medio ambiente y la ruina de la familia de Julián Flores", han afirmado los ecologistas.

Ecologistas en Acción Extremadura ha puesto en manos de sus abogados esta agresión al medio ambiente