Bodegas Viña Santa Marina vulnera el derecho de admisión y la Constitución Española al vetar la celebración de bodas entre personas del mismo sexo en sus instalaciones. Según Marisa Tena, la abogada de la pareja a la que la empresa se negó a alquilar sus instalaciones por ser homosexual, se trata de "un claro caso de discriminación con tintes homófobos" que va más allá del derecho de admisión, limitado siempre en los derechos fundamentales, y contra el Artículo 14 de la Constitución, que establece la igualdad entre todos los españoles. Jhony y Javi, los novios afectados, deberán decidir ahora si emprenden acciones legales por la vía civil o por la penal contra el propietario de la bodega, Alvaro de Alvear, aunque en cualquier caso esperarán a que el enlace se celebre. Estaba fechado para el 11 de noviembre y pese al contratiempo, la pareja ha confirmado que sigue adelante tal y como estaba previsto, pues el banquete se celebrará finalmente en una finca privada cuya ubicación quieren mantener en secreto.

Según explica Tena, la pareja tiene la opción de acudir a la vía civil para reclamar responsabilidades por daños y perjuicios a la bodega; o recurrir por la vía penal, ya que el hecho de que Bodegas Santa Marina haya rescindido el contrato a la pareja al enterarse de que era gay "es un hecho especialmente grave porque se ha cometido bajo un criterio homófobo". La abogada afirma además que en este caso no cabe apelar al derecho de admisión, que es la libertad que tiene el empresario para decidir las condiciones bajo las que se puede acceder a su negocio, porque este "siempre se limita en los derechos fundamentales, y la igualdad es uno de ellos".

En términos generales, y tomando como referencia la normativa estatal --esta puede complementarse con otras directrices autonómicas e incluso municipales-- el derecho de admisión, que se extiende a todo tipo de establecimientos públicos, dice que "no se podrá entrar en un recinto o local sin cumplir los requisitos a los que la empresa tuviera condicionado el derecho de acceso". La ley establece además que estos requisitos han de constar por escrito mediante carteles claramente colocados en las puertas de acceso. Así, tal y como explica la Unión de Consumidores de Extremadura, el derecho de admisión limita la entrada a los lugares públicos "en aras de mantener la debida compostura, evitar cualquier acción que pueda producir peligro, malestar o el deterioro de las instalaciones". Por tanto, explica Tena, acogiéndose a este derecho un empresario no puede echar nunca de su local "a un gay, un gitano o un negro, por ejemplo".

Tena también explica que al haberse vulnerado el derecho de admisión, la Administración Pública puede pedir responsabilidades. En este caso le correspondería al Gobierno extremeño, que ayer confirmó a este diario que de no presentar los afectados una queja en Consumo, la Consejería de Salud y Política Social valoraría si iniciar una investigación para pedir que se actúe de oficio.

FINCA PRIVADA

Mientras tanto, Jhony y Javi siguen inmersos en los preparativos de la boda, que tal y como aseguraron ayer, "sigue adelante con toda la ilusión y el gran apoyo de familiares, amigos y conocidos". El enlace se celebrará como estaba previsto, el día 11 del mes 11 del año 2011, una fecha en la que a los novios les hacía "mucha ilusión" contraer matrimonio. La pareja ha confirmado que el banquete de boda finalmente se celebrará en una finca privada cuya ubicación prefieren mantener en secreto. El motivo es que ya tenían contratado un servicio de cátering, según Johny.

La pareja rechaza de esta forma la invitación del grupo MCA Hoteles, que al enterarse de lo sucedido, se puso en contacto con la Fundación Triángulo para ofrecer sus salones de los hoteles Las Lomas y Mérida Palace de Mérida a los novios. Según explica Guadalupe Cordero, relaciones públicas del grupo MCA, la idea surgió de la directora del hotel Las Lomas, María Cordero. "En cuanto nos enteramos nos pusimos en contacto con la Fundación Triángulo. Nosotros ya hemos celebrado varias bodas gais, fuimos de los primeros en Mérida en hacerlo y no tenemos ningún tipo de problema", señaló.