Los desencuentros entre Junta y Fomento han llevado a la red ferroviaria convencional a una situación límite, donde el número de viajeros ha pasado de rozar el millón en 1994 a menos de 600.000 el pasado año. Mientras el Ejecutivo regional se negaba a colaborar en el mantenimiento de líneas deficitarias, Fomento menguaba sus inversiones que, en algunos ejercicios, no llegaban a los 6.000 euros por kilómetro de vía, lo que traía consigo un deterioro de la red que se ´solucionaba´ bajando el límite de velocidad de los trenes. La situación cambió hace 3 años, cuando el ministerio reactivó la renovación de líneas.