El 32,9 por ciento de los internautas extremeños utilizan el comercio electrónico, cuyos productos estrellas son los viajes y los objetos electrónicos, según revela el I Estudio de la Sociedad de la Información en los Hogares Extremeños y recoge la agencia Efe. Más de un 40 por ciento de estos e-consumidores adquieren estos productos, seguidos de los libros y revistas, con más de un 27 por ciento de los internautas, y la música, vídeo y moda, con un 18,1 por ciento, según este informe elaborado por el Observatorio Extremeño de la Sociedad de la Información. Asimismo, un tercio de los usuarios del comercio electrónico utiliza la red para vender productos electrónicos, seguidos de objetos y servicios. Respecto a la forma de pago, el extremeño suele abonar sus compras por internet preferentemente a través de los métodos clásicos, contra-reembolso y tarjeta de crédito, que son los preferidos por el 40 por ciento, mientras que sólo un 13 por ciento se decanta por la domiciliación bancaria. Otros tipos de pago, como la transferencia bancaria o los medios de pago electrónico, son aún usados de manera marginal. A pesar de que sólo un tercio de los internautas extremeños realiza compras en la red, más de la mitad del que lo hace suele repetir. En concreto, más del 50 por ciento de los extremeños realizan de 2 a 5 adquisiciones en el último año, mientras que un 27 por ciento sólo efectuó una compra. En cuanto a los compradores más asiduos, casi un 12 por ciento repitieron de 6 a 12 veces y un 6,5 por ciento en más de diez ocasiones. Como principal ventaja del comercio electrónico, destacan la rapidez a la hora de conseguir lo que se busca, seguido de la variedad de ofertas y el ahorro económico. Respecto a los inconvenientes, la principal barrera es la inseguridad en los pagos y a la hora de tramitar y recibir los envíos. En general, según este estudio, el extremeño es un comprador tradicional que encuentra reticencias a la hora de realizar compras por internet, ya que el 52 por ciento prefiere ver el objeto antes de adquirirlo y casi el 39 por ciento prefiere el trato personal, propio del comercio tradicional.