Además de perito agrícola, Vicente Guerrero es agricultor en las Vegas Altas del Guadiana. Dice que todavía es pronto para hablar de daños importantes, pero asegura que si continúa lloviendo los frutales y otros cultivos de regadío como el maíz y el tomate podrían verse seriamente afectados porque está siendo imposible desarrollar con normalidad las tareas previas a la siembra. "En mi caso, por lo que más temo es por la ciruela ya que el agua estropea las flores y estos árboles tienen un complejo proceso de polinización", explica Vicente, que lleva unas 25 hectáreas de ciruela, melocotón, arroz y maíz en Villar de Rena. "Tendremos que esperar a ver si no hay más contradicciones", apunta.

Sobre los cultivos de regadío, ya vaticina que no obtendrá el mismo rendimiento porque sus cosechas este año serán tardías, especialmente en el caso del maíz. "Ya debería estar preparando la tierra para la siembra, pero las máquinas no pueden entrar en la parcela y estimo que no podrán hacerlo, si no llueve más, hasta dentro de 20 o 25 días", asegura. Vicente explica que las cosechas tardías son de peor calidad, dan menos fruto y tienen un proceso recolección es más costoso que incluso puede dañar más tierra. "Como siga lloviendo se agravará la situación, y mucho", vaticina el perito, que asegura además que la amenaza de la lluvia no solo viene desde el cielo.

"Si sigue lloviendo los pantanos tendrán que aliviar agua, y dependiendo de cómo lo hagan, esto también podrá afectar negativamente a muchos agricultores, especialmente si sus cultivos están cerca de la margen de los ríos", comenta. Vicente asegura que en las Vegas Altas no sería la primera vez que pasa, por el desembalse de algún pantano, algo similar a lo que la pasada semana ocurrió en Don Benito con la crecida del río Guadámez, que anegó 500 hectáreas de tierra causando pérdidas a una treintena de propietarios de árboles frutales, olivar y plantaciones de césped.