La exhumación de los 21 cadáveres mal identificados de los militares muertos en el accidente del Yak, ordenada por la Audiencia Nacional, comenzó ayer en el cementerio de Lalín (Pontevedra) y continuará en los próximos días en Moraleja (Cáceres) con la exhumación de Feliciano Vega, uno de los dos extremeños fallecidos.

En este accidente falleció también Javier Nieto, natural de la localidad de Montehermoso, cuyo cadáver sí está bien identificado, según informaron a Efe fuentes de la familia, que indicaron que sí será exhumado el cadáver de Feliciano Vega, vecino de Moraleja.

El comienzo de este proceso coincide con la petición, realizada por parte de la Asociación de Familias de Víctimas del Yak-42, de que declaren como testigos ante la juez de la Audiencia Nacional encargada del caso, Teresa Palacios, los forenses y autoridades judiciales turcas que participaron en la identificación de los cadáveres.

Un equipo formado por tres secretarios judiciales y dos forenses de la Audiencia Nacional, acompañado por miembros de los servicios funerarios, comenzó en Pontevedra su periplo por nueve comunidades, que se prolongará hasta el 2 de diciembre, para exhumar los restos de los militares identificados erróneamente.

Tras proceder a la primera exhumación, la comisión judicial se trasladó a cementerios de Burgos, Orense y León, y hoy tiene previsto desenterrar otros tres en Zaragoza.

El resto se realizará en los próximos días en Moraaleja, Barcelona, Valencia, Murcia, Albacete y Madrid, según manifestaron ayer fuentes de las asociaciones de familiares de las víctimas.