A mi padre --Francisco Cáceres-- lo fusilaron en un descampado en Santa Marta sin motivo ni razones. Estuvo con mi hermano en la cárcel y se lo llevaron, pero al menos mi hermano se despidió de él; nosotros no le volvimos a ver. A mi hermano le dijeron luego venimos por ti, pero se fue al Tercio y allí escapó". Quien así se expresa para este diario es María Cáceres, una anciana en silla de ruedas que apenas podía terminar sus frases porque el llanto se lo impedía.

Acudió ayer a recoger la Declaración de Reconocimiento Personal del Ministerio de Justicia, con la que se pretende resarcir a las víctimas de la guerra civil y la dictadura franquista, por la Ley de la Memoria Histórica.

Como María recogieron de la delegada del Gobierno, Carmen Pereira, sus declaraciones los familiares de otros siete asesinados, perseguidos, encarcelados, humillados o exiliados. Son Angela Villa en nombre de José Villa Abadía; Cipriano Caballero en el de Valentín Caballero Devesa; Antonio Godoy en el de Antonio Godoy Calderón de la Barca; Libertad Rosario González en el de Eloy José González Barrero; Isabel Zahínos en el de Sebastián Zahínos Barrero; Urbano Hurtado en el de Estanislao Hurtado Rubio. Y fuera del acto, Modesto, por su padre, Modesto Durán.

EMOCION Y LAGRIMAS El patio de la Delegación del Gobierno, en Badajoz, se iluminó de emoción, a veces derivada en lágrimas de los familiares de víctimas de la guerra y la dictadura que recibieron el homenaje de la sociedad extremeña. El acto tuvo como banda sonora una canción portuguesa arreglada por May y Manolo López para el documental ´Refugiados de Barrancos´, y la composición ´El Canto de los pájaros´, de Casals, por el violonchelista Pablo de Naverán, que metieron el corazón de los presentes en un puño.

El homenaje fue el centro de la conmemoración del 31 aniversario de la Constitución Española, que el historiador y escritor José María Lama enlazó con la del 1812 --en el 2010 se cumplen 200 años del inicio de su redacción-- que en su preámbulo dice que "El objeto del Gobierno es la felicidad de la nación".

Pereira recordó que con la Constitución, los españoles se pusieron a trabajar por un proyecto común de futuro, que no fue "tarea fácil, pues en el camino se dejó el silencio, que no el olvido, de las víctimas".

Libertad Rosario, en nombre de las demás familias, expresó su satisfacción y agradecimiento por la Declaración de Reconocimiento: "Gracias, porque se ha hecho justicia gracias a la Ley de Memoria Histórica", dijo.

Para María Jesús Villa, hija de un fusilado, el acto fue "un reconocimiento, aunque han sido demasiados años en el olvido; esa es la verdad, pero estoy agradecida y reconocida", dijo llorando. Su hermana apostilló que sentía "mucha tristeza y al fin, reconocimiento por conseguir que reconozcan lo que pasó".