Lleva dos años al frente de una de las carteras con más competencias, aunque su presupuesto ha caído respecto a etapas anteriores. Plantea una regulación del territorio acorde a las necesidades de la región y una apuesta mientras dure la crisis por la rehabilitación frente a la construcción de viviendas. Tiene muchas esperanzas en la nueva compañía aérea que vuela desde Badajoz tras el 'fiasco' de Helitt. También cree que el tren convencional tiene futuro, sin olvidar ni el AVE ni el Eje-16, además de mostrarse esperanzado en que al final se reforme la vieja línea 'Ruta de la Plata'.

--El sector de la construcción, otrora uno de los pilares de la economía regional, está en horas bajas. ¿Qué puede hacer su departamento para darle un impulso sabiendo que la obra pública es una de las grandes bazas?

--Estamos haciendo muchas cosas. Lo primero, pagar lo que se contrata. Y este Gobierno ha demostrado que sabe hacerlo. Y segundo, hacer las obras que necesita la región. La obra debe tener un valor añadido: mejorar la productividad, arreglar temas sociales y dar servicio a las localidades, como abastecimiento de agua, depuración de aguas residuales (en la que estamos atrasados respecto a la media nacional), tren de altas prestaciones, carreteras que siguen faltando...

--Sin embargo, el Gobierno central no está ayudando mucho.

--El Gobierno central se encontró con una situación de déficit y con unas deudas en el Ministerio de Fomento muy importantes. Y las restricciones empezaron ya con el ministro José Blanco, que paró la única obra que había en ejecución, que era la de la N-110. Ya empiezan a clarificarse las cuentas y vamos a ver los primeros resultados: la continuación de la obra de la N-110; la licitación del puente de Castilblanco en la N-515 cerca de Herrera del Duque; la licitación de la entrada a Mérida del tren ferrocarril, la de las variantes de Malpartida y Zafra, y otras obras que en los próximos días veremos en el BOE.

--Ha anunciado hace unos días que el presupuesto de su consejería sería por fin inversor. ¿Cómo lo van a hacer?

--Vamos a intentar tener un presupuesto expansivo, dando prioridad a la economía productiva. Después de estabilizar las cuentas en los dos primeros años de legislatura, ahora estamos trabajando para tener un presupuesto inversor en aquellas infraestructuras que necesita la región. Y además contamos con la importantísima cantidad de fondos europeos que tienen que llegar a la región.

--El mercado de la vivienda necesita ayudas. ¿Realmente todo el problema es la falta de financiación bancaria o hay algo más?

--Hay muchos problemas, pero el fundamental es el paro, ya que no se pueden afrontar hipotecas como la de hace unos años. Todos hicimos algo por incrementar esa burbuja: los bancos dando créditos y las administraciones propiciando el crecimiento desorbitado de las ciudades sin que hubiera aumento de población. Hay que dar una segunda oportunidad a miles de edificios que tenemos deshabitados y que hay que rehabilitar para que puedan volverse a habitar. No tiene sentido seguir creciendo en el extrarradio de las ciudades, mientras el centro está cayéndose. Mientras la población no aumente, hay que dar prioridad a la rehabilitación.

--¿Hay entonces que olvidarse de construir y dedicar todos los esfuerzos a rehabilitar?

--Desde el punto de vista de la Administración, las ayudas públicas las centraremos fundamentalmente en la rehabilitación. Si los promotores privados quieren con su dinero y con el de los compradores hacerlo, este Gobierno no va a poner ningún impedimento. Pero que sepan que no van a contar con ayudas públicas.

--Hablando de viviendas, ¿disponen de parque suficiente para ayudar a las familias desahuciadas?

--La Junta tiene 15.500 de su propiedad. Hemos propiciado una revisión integral de ese parque, algo que no se había hecho antes. Llevamos revisado un 25% y hemos descubierto que el 8% de esas viviendas (unas 300) está en manos de personas que no tienen título para ello o están deshabitadas. Si tenemos en cuenta que desde que hicimos el anuncio de que la Junta ponía al servicio de los desahuciados hipotecarios su parque de viviendas para darles cobertura hemos recibido 39 solicitudes (y hace varias semanas que esa cifra no se ha incrementado), podemos afirmar que la Junta tiene viviendas suficientes para atender la demanda que hay.

--¿Veremos a corto plazo el inicio de las obras de la autovía Cáceres-Badajoz?

--A corto plazo, no.

--¿De cuántos años hablaríamos entonces?

--Se ha aprobado el estudio informativo y se han contratado los proyectos. Nosotros nos los encontramos paralizados cuando llegamos a Gobierno y mi intención es terminarlos en esta legislatura, y espero que en la próxima vengan mejores tiempos, porque la obra va a rondar los 500 millones de euros.

--¿La fórmula sería como se planteaba: la Junta adelantaría el dinero y luego el Ministerio se lo abonaría?

--Para que eso sea así, el Ministerio de Fomento tiene que tener claro que puede atender esas responsabilidades. Lo que se firmó era papel mojado, porque firmar sin presupuestar es muy fácil. Era un protocolo de intenciones, porque no había dinero en el presupuesto de la Junta. Tenemos que recordar que cuando llega Fernández Vara a la Presidencia en el 2007 anuncia un plan de carreteras de 4.000 millones de euros; y un plan de inversiones en infraestructuras de la Junta de 12 billones de euros, casi el presupuesto del Ministerio de Fomento. Creo que a alguien los números le bailaron más de un cero.

--Esta semana se han licitado las travesías de Zafra y de su pueblo, Malpartida de Cáceres. Sin embargo el plazo de ejecución parecen excesivos y el trazado no es el más adecuado. Comparte estas tesis.

--Me parece excesivo el plazo de ejecución de redacción del proyecto. Espero que esos plazos se reduzcan considerablemente. Y sobre los trazados, creo que son los adecuados. Otra cosa es que intentemos entre todos que la duplicación de calzada hacia Malpartida sea toda la variante, como reclama su alcalde.

--¿Cree que podrán cumplir en tiempo su programa electoral en materia viaria o habrá que esperar a épocas mejores?

--En esta legislatura no vamos a poder cumplirlo en la región. La Cáceres-Badajoz no se va a poder hacer y era una de nuestras prioridades. Hay pocos recursos y tenemos que priorizar aquellas políticas de las que no puede prescindir la sociedad, como son sanidad y educación, que entre las dos se llevan dos tercios del presupuesto. Cuando hay bonanza económica, esas partidas se mantienen y son otras, como las inversiones, las que captan recursos. Ahora los recursos son escasos y en materia de carreteras, nuestra región, y eso hay que reconocérselo al PSOE, está bien dotada.

--Hay expertos que plantean que hay que seguir embalsando agua. ¿Son necesarios más pantanos y presas en Extremadura?

--Creo que sí. El agua es un recurso en Extremadura que va y viene. Lo hemos visto esta primavera. Si embalsásemos más agua, podríamos generar muchos más terrenos de regadío y más energía eléctrica.

--La planificación de suelo urbano que se ha hecho en los últimos años y los PGOU diseñados no parece que hayan sido los más acertados. ¿Cuál es su idea de ciudad extremeña? ¿No cree también que haya habido muchos desmanes en algunos pueblos y que habría que corregirlos?

--Yo creo en la autonomía municipal. Las competencias de la Junta son las de supervisión de los planes que vienen de los ayuntamientos y su adecuación a la legalidad. Es la corporación municipal la que mejor conoce las necesidades de su municipio. Dicho esto, se han hecho muchas barbaridades. En algunos municipios se pensó que había que convertir todo el terreno en suelo urbano y que había que urbanizarlo todo. Pero por otra parte hay un deseo intrínseco en la sociedad extremeña de tener una pequeña casa en las afueras. Y eso, de acuerdo a nuestras leyes, está muy complicado autorizarlo y genera muchos problemas a los alcaldes. Hay que compatibilizar ambas cosas y conjugar un urbanismo muy parecido al que se hace en las zonas rurales de Francia; donde hay urbanismo de baja densidad, en el que el camino no tiene que estar perfectamente asfaltado ni tiene que llegar el acerado a cada rincón del término municipal. Y hay que compaginarlo con que no sea una zona con casuchas por todos lados, de malas entradas; de rincones donde no pueden llegar los bomberos o una ambulancia. En eso es en lo que estamos trabajando. Hacer una Ley del Suelo más adecuada a las necesidades de Extremadura. Se copió una ley valenciana de 2001 y ha sido un impedimento también para el crecimiento de muchos pueblos.

--¿Qué hay que hacer para que el turismo sea uno de los sectores punteros de la economía regional?

--Entre otras cosas, habilitando una plataforma de comercialización y promoción del turismo de Extremadura, que hemos contratado con 'Informática El Corte Inglés', donde se aunará toda la oferta extremeña y se pueda comercializar en todo el mundo, y, sobre todo, que esté en los principales idiomas. Una plataforma que no teníamos. El destino Extremadura estaba invisible. ¿Cómo contrata un alemán el destino extremeño? Pues ahora, a través de esta página y en su propio idioma. Estamos empezando a ser visibles en el extranjero gracias a las promociones que estamos haciendo fuera y nuestro anhelo es ser un referente turístico de interior, para lo cual hemos demandado al ministerio que promocione también a las CCAA que no venden sol y playa, como la nuestra.

--Pero aunque vengan turistas, también hay que intentar que pernocten más tiempo en la región.

--No llega a dos noches de pernoctación de media y para convencerles de que se queden más tiempo hay que crear producto turístico, que no tenemos, para enamorar y enganchar a la gente que viene. Hay que combinar el barco con visitar la catedral; y que alguien sepa alemán e inglés- Tenemos muchas carencias. Y sobre todo porque cada vez vienen más turistas de calidad, que quieren que alguien les hable en su idioma.

--¿El giro que le han dado ustedes a la gestión de las hospederías las ha hecho ya rentables?

--Económicamente, todavía no. Han mejorado de la noche a la mañana y solo fueron rentables en el mes de mayo. Pero las hospederías tienen también otras rentabilidades, como las de mantener o recuperar un patrimonio histórico que si no se caería; o la de atraer el turismo a esa comarca porque no tiene un hotel de cuatro estrellas. Nuestro objetivo es que sean un referente turístico de calidad, donde se explique qué es la región; donde se cuide nuestra gastronomía, y donde se hable y visualice Extremadura.