La lluvia provocó ayer un deslucimiento general de la fiesta del Carnaval en Villafranca de los Barros, especialmente en lo que se refiere al programa infantil. Fueron muy pocos los pequeños que se aventuraron a disfrazarse porque se suspendió el desfile programado y la sorpresa mayor el incidente provocado por el viento, que hizo volar la cubierta de la caseta municipal, ubicada en la plaza Juan Carlos I.

Para esta noche, la principal atracción será la actuación de las agrupaciones concursantes del certamen de la caseta municipal, donde acudirán además a recoger la dotación en metálico. Los villafranqueses se preparan para ya para el fin de fiesta con el tradicional entierro de la sardina, si el tiempo deja.