Es natural de Córdoba, pero Javier Carbonell se considera extremeño "cien por cien. Vine aquí con catorce años --ahora tiene 48-- y aquí me casé y tuve mis hijos". Una vinculación personal que también se traslada a lo profesional: "Nuestra filosofía es ´de Extremadura al fin del mundo´. En el resto de España trabajamos poco porque creemos que el conocimiento que hemos generado en la región durante estos 20 años sería una pena que se desperdiciara competitivamente en otras comunidades autónomas".