La ministra de Educación y Cultura, Pilar del Castillo, eligió este fin de semana tierras del Valle del Jerte y La Vera para cerrar posibles heridas abiertas con los rectores de determinadas universidades españolas tras la aprobación, por parte del Gobierno de Aznar, de las nuevas leyes educativas.

En este sentido la responsable del Ministerio de Educación y Cultura reconoció que "durante la presente legislatura el ministerio ha tenido con los rectores unas relaciones muy intensas", como consecuencia de las reformas universitarias llevadas a cabo, con momentos "en los que no hemos tenido la misma opinión". Pilar del Castillo aseguró que siempre ha entendido que los rectores "no son monolíticos: unos piensan de determinada manera y otros de otra", subrayó.

Sin embargo la ministra de Educación reiteró a los periodistas que la abordaron junto a la fuente del Santo Nuncio, --en las inmediaciones de las ruinas del convento de Santa Catalina--, en Aldeanueva de la Vera, que "con independencia" de la disparidad de criterios, realmente la relación con los rectores, por parte del ministerio "y de esta ministra, han sido siempre, en lo personal, muy buenas". A este respecto añadió que los rectores y Del Castillo tienen una especie de fondo de armario "muy sólido y muy consistente".

SIN PETICIONES

Sin embargo aseguró que durante la larga caminata, --más de 24 kilómetros de distancia-- y seis horas de duración que invirtieron para cubrir el trayecto que separa Jerte de Jarandilla, no fue utilizada por los rectores para pedir nada a la ministra. "No han pedido nada", porque en realidad aseguró que habían hecho la ruta para disfrutar de unos parajes maravillosos, "que además tienen una carga histórica muy profunda".

Pilar del Castillo y la comitiva que la acompañaba llegaron a la fuente del Santo Nuncio alrededor de las 13.30 horas, en medio de un calor intenso. En este lugar se unieron a los ruteros carolinos un número considerable de rectores, incluido el de la Universidad de Extremadura, Ginés Maria Salido. Este grupo quiso participar en el tramo final de la caminata de la ministra por tierras del norte de la provincia de Cáceres, que dijo desconocer, pese a los vínculos que tiene con Trujillo donde tiene una casa.

Previamente, y debido a un fallo de coordinación con el grupo que recorrió el camino completo seguido por Carlos V el día 12 de noviembre del año 1556 para trasladarse desde Tornavacas a Jarandilla, el último grupo que se unió a la comitiva ministerial subió hasta el denominado Canchal de los Pollos , próximo a la Garganta del Yedrón.

Por último, Pilar del Castillo tuvo palabras de elogio para la Ruta de Carlos V y su entorno "lleno de maravillas. La ministra atendió a la prensa junto al camino, sin despeinarse tras las 6 horas de caminata, la ropa impecable y con menos sudor que algunos de los participantes en la ruta, pese a que aseguró no ser "la más entrenada del grupo".