A punto de terminar el año, es época de hacer balance. Personal o político, si algo no puede faltar en ese repaso anual es la crisis que a la mayoría de los extremeños ha perjudicado de una manera u otra. Datos del paro que rompen récords anteriores, desahucios, rebajas salariales, despidos o recortes en educación y sanidad nos han acompañado a lo largo de todo el 2012 y han generado una fuerte respuesta social en la calle que parece no tener efecto en el Gobierno que lidera José Antonio Monago. Pero, ¿qué nos espera en 2013? Partidos políticos y sindicatos lo tienen claro: más recortes, más paro y más conflictividad social. Ajeno a las críticas, el Gobierno extremeño mantiene su proyecto político basado en la austeridad y el control del déficit y justifica que las medidas tomadas a lo largo del año que ahora termina servirán para sentar las bases del crecimiento, que según los estudios que maneja la Consejería de Economía y Hacienda, llegará en 2014. Para el próximo año, la previsión de la Junta es que Extremadura sea la comunidad que menos decrezca del país.

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El presidente autonómico justifica que el cierre de 22 Puntos de Atención Continuada (PAC), la retirada de la paga extra a los funcionarios, el recorte de profesores interinos, la supresión de rutas escolares o la subida de impuestos con la creación de nuevos tributos como el canon del agua han sido medidas necesarias para "poner orden en las cuentas" y cumplir con el objetivo de déficit. "Es el único modo de devolver la confianza a los ciudadanos y empezar de nuevo el camino del crecimiento", asegura Monago. No lo ve así sin embargo el coordinador general de Izquierda Unida, Pedro Escobar, para quien en el 2013 "habrá más paro, más necesidad y más contestación social en la calle". El líder de la formación que sustenta el primer Gobierno del PP en Extremadura asegura no obstante que "estará vigilante" para que este haya sido el último año de recortes en la región. Para Escobar, el 2012 ha sido "el año del déficit, el año en el que se han batido todos los récords negativos que podíamos contabilizar en la comunidad" y espera que en el 2013 comiencen "las buenas noticias", sobre todo en lo referente al paro, las energías renovables, la deuda histórica, la Renta Básica o la Política Agraria Comunitaria (PAC). Eso sí, avisa: "vamos a tratar de condicionar todo lo que podamos las políticas Monago".

Poco optimista se muestra también el secretario general del PSOE, Guillermo Fernández Vara. "Las políticas de austeridad no van a conducir ni a España ni a Extremadura a un año mejor", señala. El líder socialista vaticina que en los próximos 12 meses "seguirá habiendo destrucción de empleo y más desigualdad social" y sobre la posibilidad de que los recortes puedan continuar, lo tiene claro: "se han aprobado ya. El presupuesto regional se ha reducido en 190 millones en Sanidad y en 30 en Educación", apunta.

Vara recuerda que son ya 70.000 las familias extremeñas que no tienen ningún tipo de ingreso y no duda que la situación será peor para todas ellas en el año 2013. "En Extremadura ya hay gente, pensionistas, que tienen que elegir entre comer tres veces al día y pagar los medicamentos o el transporte escolar a sus nietos", sentencia.

EL PARO, PRINCIPAL PROBLEMA Por su parte, tras un pésimo año con dos huelgas generales incluidas, los sindicatos apelan a IU y esperan un nuevo rumbo en la política actual, en la que prima más ajustar y cumplir el déficit que dar solución a los problemas de la gente, que son comer, pagar la hipoteca y tener un trabajo, explica el secretario general de Comisiones Obreras, Julián Carretero. Si a algo este sindicato no va a renunciar durante el 2013 es a seguir peleando para intentar construir esperanza entre los extremeños. "Es muy necesaria ante la situación actual", una situación que más que a la esperanza invita al desánimo.

"El próximo año se va a mantener la brecha del desempleo y va a ser muy difícil levantar cabeza porque podemos empezar enero con hasta 170.000 parados en la región, unas cifras a las que no habíamos llegado nunca", sentencia. Ante esto Carretero considera que es imprescindible dar un giro a la política actual "porque destruye tejido económico pero también social". "Este bache tan profundo difícilmente tendrá salida en los próximos 15 o 20 años", explica. El líder de UGT en la región, Francisco Capilla, comparte su opinión: "si son ciertas las cifras oficiales, hemos pasado de un déficit del 6,8% a principios de año al 1,4% con el que se cerrará el 2012, y todo gracias al estrangulamiento de los extremeños", sentencia. "Con 167.000 parados, casi el 38% de la población en riesgo de pobreza, el copago farmacéutico, el no a la refinería o el duro golpe a las energías renovables, el 2012 ha sido un año para olvidar", destaca Capilla.

El Gobierno extremeño sin embargo, no se da por vencido. Es cierto que como apuntan partidos y sindicatos, en los últimos 12 meses Extremadura ha vivido de cerca la crudeza de la crisis y aunque reconoce que las medidas tomadas no han sido fáciles, el Ejecutivo de José Antonio Monago confía en que llegarán los brotes verdes con las medidas que los consejeros desgranan a EL PERIODICO en las siguientes páginas.