Era un trámite que esperaban aunque llega más tarde de lo deseado y eso ha trastocado los planes iniciales de los promotores del matadero ibérico, que contemplaban que las obras ya estuvieran en marcha. El proyecto ha obtenido el visto bueno ambiental para instalarse en los terrenos elegidos en Zafra porque ni las actuaciones necesarias para su puesta en marcha, ni la explotación se prevé que tengan «efecos significativos sobre el medio ambiente», según determina la resolución de la Dirección General de Sostenibilidad, por la que se formula la declaración de impacto ambiental del proyecto, que ayer publicó el DOE. La administración regional considera además, en base a los datos recopilados, que no es necesario someter el proyecto a una declaración de impacto ambiental ordinaria (más exhaustiva), aunque sí establece una serie de condiciones que deberán cumplirse en su desarrollo. Aunque queda acreditado que los terrenos no están incluidos en la Red Natura 2.000, sí hay hábitats naturales y ejemplares de interés.

Una de ellas es que los promotores deberán solicitar una concesión de aguas públicas para el abastecimiento de la industria (al margen del abastecimiento municipal de Zafra) que queda sujeta a que la Confederación Hidrográfica del Guadiana lo evalúe y estime que hay recursos hídricos suficientes.

Además, durante la ejecución del proyecto se reducirán al mínimo los movimientos de tierras y se adaptarán las canalizaciones a la vegetación y caminos existentes, para que solo se desbroce lo imprescindible. El recinto deberá quedar delimitado por una pantalla vegetal para minimizar su impacto en el entorno y no se podrán usar colores estridentes en la construcción.

En cuanto a la puesta en marcha del proyecto, se establece que todas las aguas residuales que se generen deberán conducirse a una estación depuradora y establecer un sistema de análisis antes de evacuarlas a la red de saneamiento de Zafra.

UNA NOTICIA ESPERADA/ Los promotores del proyecto se mostraron ayer «satisfechos con que empiecen a salir adelante los trámites», según las palabras de José Ignacio Moríñigo, responsable de Ibercom, una de las siete empresas que integran el sello Complejo Ibérico de Extremadura, que promueve el matadero. La documentación se entregó el pasado 17 de abril, unos días antes de que los promotores presentaran oficialmente el proyecto, y en el desarrollo del informe se han trasladado consultas a un total de 14 entidades, administraciones y colectivos, para que se pronunciaran. Ninguna ha puesto objeciones.

«Los trámites están yendo más despacio de lo que nos gustaría, pero es cierto que ahora mismo no es por falta de colaboración por parte de la administración, sino por el volumen de documentación que requiere el proyecto», señaló Moríñigo, que confía en que el trámite que queda por resolver (la autorización ambiental integrada) esté en los próximos días y poder tener antes de final de año la licencia de obras. Este trámite es el único que depende del Ayuntamiento de Zafra y, con todo lo demás resuelto, no habría problemas, a priori.

La idea es poder comenzar los trabajos en 2020, «en cuanto las condiciones climatológicas lo permitan», subrayó el empresario. Los primeros trabajos serían los movimientos de tierras. En todo caso, la previsión ya es terminar la obra a partir del segundo trimestre del 2021, puesto que el plazo de ejecución es de 18 meses y no parece viable que se pueda acortar. Con ese calendario, los primeros sacrificios se podrían iniciar en a finales de ese año, coincidiendo con la montanera.

Los empresarios prevén una inversión de entre 14 y 16 millones, para una construcción de más de 18.000 metros cuadrados en la que se instalarán las cuadras (2.003 metros), la zona de matanza (2.104) y la zona de despiece y almacenamiento (8.066). La industria tendrá una capacidad de sacrificio de 2.160 cerdos al día y una capacidad de producción de 291 toneladas de canales por jornada.