Los futuros complejos turísticos --no solo con campos de golf-- que se desarrollen en Extremadura deberán construir viviendas adosadas para personas mayores que necesiten cuidados, pensionistas de 60 años y mayores de 50 años con alguna discapacidad física o psíquica, así como para quienes prestarán este servicio. Estas actuaciones también se llevarán a cabo en los cascos urbanos, como prolongación de los mismos, y las personas que reciban estos cuidados deberán pagar el sueldo y el alquiler de la vivienda a quienes les cuiden. Así se desprende del decreto de ordenación de uso extensivo de suelos no urbanizables para actividades turísticas y atención a personas mayores, aprobado ayer por la Junta.

Se trata del denominado proyecto Ciudades mixtas , comprometido por el Ejecutivo autonómico en Hervás en marzo del pasado año, y que fija un 10% de las actuaciones urbanísticas que se vayan a desarrollar para este tipo de viviendas. La iniciativa, según explicaron ayer la consejera de Bienestar Social, Leonor Flores, y el presidente de la Agencia Extremeña de la Vivienda, Javier Corominas, se podrá desarrollar en dos ámbitos. Por un lado, lejos de los núcleos urbanos, en los complejos turísticos, donde el promotor deberá construir un máximo de 600 alojamientos en proyectos considerados de Interés Regional; y por otro, al borde de las localidades, como extensión del casco urbano, en los que el número de viviendas no podrá sobrepasar las 800. En ambos casos, por lo tanto, habrá un máximo de 60 y 80 alojamientos de este tipo, respectivamente.

Esta es una de las condiciones que establece el decreto, con el fin de evitar una especulación del suelo al amparo de complejos turísticos, según explicó Corominas, y para "garantizar un equilibrio entre la inversión turística y el desarrollo inmobiliario".

En cualquier caso, reiteró, estas actuaciones deberán contar con los informes oportunos de la Dirección General de Turismo, de la de Medio Ambiente y de la Consejería de Bienestar Social, que será la que decidirá sobre la oportunidad de los diferentes proyectos que se presenten y los emplazamientos elegidos.

Será también este departamento el encargado de seleccionar a los inquilinos de estas viviendas pareadas, accesibles y que estarán comunicadas por un pasillo. Además, uno de los dormitorios de la familia acogida debe estar comunicado con la casa de los cuidadores.

ALQUILER "SIMBOLICO" Estas viviendas son propiedad del promotor, que se las alquilará a los destinatarios de esta medida de acuerdo a las tarifas fijadas en el Plan Nacional de Vivienda, y que según manifestó Corominas son simbólicas, aproximadamente 74 euros por vivienda.

La persona que recibe esos cuidados deberá pagar el alquiler tanto de su vivienda como de la del cuidador, al que también abonará un sueldo que está por determinar. En todo caso, la consejera aclaró que no es para personas con discapacidad grave, y más acorde a las pensiones altas, aunque aquellas que no puedan pagarlo recibirán ayudas.

Por su parte, los cuidadores deberán demostrar su idoneidad para el puesto, y la Consejería de Bienestar Social se encargará de seleccionar a los mismos. Pueden ser desde una única persona, hasta familias enteras o parejas de hecho.

Flores señaló que es un proyecto pionero en el mundo.