«Propaganda del gobierno marroquí para asustar. Propaganda que España también difunde. No quieren que el pueblo saharaui defienda sus derechos. No quieren presencia extranjera allí. La situación es de absoluta tranquilidad, no existe ningún peligro ni ninguna amenaza. Nos los confirman desde los propios campamentos». Quien se expresa es Hameiduha Emhamed, el delegado saharaui en Extremadura. Hace esta valoración tras la advertencia lanzada esta semana desde el Ministerio de Defensa por una amenaza «real y contrastada» de ataque a españoles o secuestro de cooperantes en los campamentos de refugiados de Tinduf. Por ello, se ha pedido «precaución» a quienes se trasladen a la zona.

No obstante, Emhamed sostiene que el ambiente es de calma. Ha recibido llamadas de familias extremeñas que tenían previsto viajar hasta allí esta misma semana para visitar a quienes son sus hijos de acogida durante los veranos. Y a todos les ha manifestado lo mismo: que vayan sin temor como habitualmente hacen cada año por estas fechas.

Rumbo a Argel

Así, ayer mismo, más de una decena de estas familias partieron hacia Tinduf, adonde tenían previsto llegar sobre las tres de la mañana. Francisca Lozano, de 41 años y vecina de Trujillo, formaba parte de la comitiva. «Me voy porque no tengo miedo, porque sé que no pasa nada, porque ya ha ocurrido otras veces que dicen que hay alerta. Además, ¿dónde no hay hoy en día amenazas?», expresaba minutos antes de subirse al avión.

El mayor sentimiento que le acompañaba era, sin duda, la emoción de reencontrarse con quien considera una hija. Ella va a visitar a Fátima, que ahora tiene 24 años y ya no puede formar parte del programa Vacaciones en Paz, con el que desde pequeña pasó los veranos en Extremadura. El vínculo entre ambas continua muy vivo. El de Francisca es solo un ejemplo más del intenso lazo familiar que se crea entre los menores y los padres de acogida.

Por su parte, Emhamed continúa: «Ahora mismo no hay allí cooperantes extremeños, solo una delegación de la Asociación Celíacos Extremadura. Pero insisto en que el ambiente es de calma», subraya el delegado polisario desde Mérida.

Un capítulo más

El de esta semana es solo un capítulo más en la larga lucha del pueblo saharaui para reivindicar sus derechos y en los muros que se encuentra constantemente. Emhamed recuerda que la advertencia del gobierno marroquí repetida por España coincide con la celebración del 15º Congreso del Frente Polisario, que tendrá lugar del 19 al 21 de diciembre, precisamente, en los campamentos de Tinduf. En ese foro se hablará de la realidad de los campamentos de refugiados, abandonados a su suerte desde hace décadas.

Habría que recordar que el Sáhara Occidental era una colonia española reivindicada por Marruecos como territorio propio, pero los saharauis aspiraban a la independencia. El rey Hassan II (padre del actual Mohamed VI) lanzó la Marcha Verde para anexionarse el terreno. Y empezó la represión. Los soldados españoles no cerraron el paso para evitar una carnicería. Corría el año 1975 y Franco agonizaba. España decidió dejar su provincia del Sáhara en manos marroquíes. Entonces el Frente Polisario inició una guerra de guerrillas contra la ocupación. Parte de la población tuvo que huir a campos de refugiados de Argelia. Y allí siguen.

La compensación

Para ‘compensar’ ese abandono, hace más de dos décadas que cada época estival se pone en marcha el programa Vacaciones en Paz. A nivel nacional la actividad existe desde 1992, a Extremadura llegó en 1994.

Este verano 124 niños refugiados saharauis han sido acogidos en 115 familias repartidas por toda la región. Es la Federación Sáhara Extremadura (Fedesaex) la que se encarga de organizar la llegada de los pequeños.

Acceder a un control sanitario y mejorar la alimentación de los menores, así como reforzar sus capacidades socioeducativas e interculturales son algunos de los objetivos del programa.

También se pretende acercar la realidad del Sáhara y su cultura a los hogares acogedores y su entorno más cercano, además de despertar la sensibilidad y promover el compromiso en la defensa de los derechos del pueblo saharaui.

Pero coinciden Hameiduha Emhamed y Francisca Lozano, la cual lleva casi 20 años viajando a Tinduf, que la realidad de los campamentos apenas ha mejorado.