Extremadura es una de las zonas que más población de buitres concentra pero no la única en la que estas rapaces se han convertido en un problema para muchos ganaderos.

La denuncias se multiplican en distintos puntos del país. Castellón, León, Soria o Navarra son solo algunas de las provincias en las que se han detectado agresiones de carroñeros a especies ganaderas vivas. En esta última autonomía hay un gran debate social en torno a esta problemática en la que algunos grupos ecologistas dudan de que los estragos causados por las rapaces al ganado sean tan severos.

Por ello, el Consejo de Ministros aprobó el pasado 25 de mayo un decreto que permite dejar animales muertos al aire libre como alimento para aves carroñeras en caso de que pasen hambre. Supuesto que hasta ahora frenaba una norma europea contra las vacas locas .

Las autoridades competentes, dictamina el decreto, deben comprobar primero que no están cubiertas las necesidades alimenticias de las aves rapaces necrófagas.

Esta alimentación estará destinada específicamente a los buitres leonados y negros, al alimoche, al quebrantahuesos, al águila imperial ibérica, al águila real, al milano real y al milano negro.

Para la concesión de la autorización también se tendrá en cuenta, según recoge este decreto, criterios medioambientales y de salud pública, como por ejemplo que el muladar o comedero de aves esté suficientemente alejado de zonas habitadas, claramente delimitado y nunca ubicado en lugares próximos a cursos de agua y, además, fuera del alcance de animales terrestres.

Para la alimentación de estas aves se podrán utilizar especies bovina, ovina y caprina. También hay que acreditar que ese alimento de carroñeros ha sido sometido a las pruebas rápidas de detección de Encefalopatías Espongiformes Transmisibles --el mal de las vacas locas -- con resultado negativo.

Además de las citadas, se podrá utilizar como alimento de estas rapaces cuerpos enteros o partes de animales salvajes procedentes de actividades cinegéticas tras la comprobación de la ausencia de enfermedades por parte de un veterinario.