Día de sensaciones encontradas, de alegrías, dudas y temores, de vuelta a la rutina escolar sin besos ni abrazos, pero con sonrisas de ilusión detrás de las mascarillas de los más pequeños (obligatorias desde 1º de Primaria) y de preocupación tras las de sus padres. Así comenzó ayer un nuevo curso escolar en Extremadura para más de 130.000 escolares de Infantil, Primaria, Especial y Secundaria en plena pandemia de covid-19 en el mundo y en la segunda oleada de casos de coronavirus en la comunidad. «Hay incertidumbre, me preocupa los contagios y que los niños tengan que volver a casa, pero tenemos ganas de empezar y de que todo vaya bien», contaba a Efe Patricia, madre de tres estudiantes de Las Carmelitas de Cáceres.

Los escolares pisaron ayer las aulas tras seis meses sin hacerlo. El curso anterior terminó presencialmente el 13 de marzo y desde entonces la gran mayoría no había vuelto a su centro educativo. Y ayer regresaron a colegios e institutos que poco se parecen ya a los que dejaron entonces. Ahora están llenos de flechas indicándoles el camino a seguir, de carteles que les recuerdan que hay que limpiarse las manos con gel hidroalcohólico hasta cinco veces al día y que nada de compartir ni de acercarse demasiado a los compañeros de clase (a partir de 5º de Primaria; los cursos anteriores no tienen que guardar distancias porque conforman «grupos de convivencia estables»). No son los mismos centros, por eso la primera jornada se dedicó principalmente a explicar las nuevas normas, y quizás tampoco son ya los mismos alumnos.

Pero la rutina, pese a todo, se impone. Y comenzó en la comunidad con «normalidad dentro de la excepcionalidad» del momento, valoró el secretario general de Educación, Francisco Javier Amaya, unas horas después del arranque. Y ha sido «gracias a la colaboración de las familias y su corresponsabilidad, por el comportamiento de nuestros alumnos y alumnas, por la eficacia de los planes de contingencia y por la colaboración de las entidades locales municipales», dijo.

No se produjeron incidencias de relevancia y fue una jornada cero, básicamente, de ponerse al día y comprobar si las medidas planteadas funcionan. La mayor excepcionalidad, en todo caso, es que hay una parte de esos más de 130.000 alumnos que ayer no volvieron a sus centros y que estrenaron el curso como terminaron el anterior, en sus casas. Son un total de 2.385 estudiantes (el 1,8% del total) los que han iniciado de nuevo la enseñanza telemática porque viven en municipios con una alta incidencia de coronavirus en estos momentos. Pero la situación se irá revisando frecuentemente.

De hecho, en dos de esos municipios se empezará a recuperar la presencialidad el próximo lunes. Es el caso de Talayuela (1.141 alumnos), donde los jóvenes de la localidad que estudian fuera podrán desplazarse a correspondientes centros. Y también ese día comenzará la presencialidad en todos los centros de Cabeza del Buey (658). Sin embargo, no hay fecha todavía para los del resto de municipios que seguirán con la enseñanza telemática: Llera (102 alumnos), Alía (31), la finca La Barquilla (5), Valencia de las Torres (41), Campillo de Llerena (90) y Berlanga (317), cuyo instituto también recibe a alumnos de Maguilla, Ahillones y Valverde de Llerena.

El secretario general no ofreció datos concretos sobre la asistencia a las aulas, entre otras cosas, porque los centros cuentan este año con una mayor «flexibilidad» para organizar el inicio escolar de forma escalonada según sus propios planes (el colegio Alba Plata de Cáceres y el instituto de Arroyo de la Luz, por ejemplo, no recibirán alumnos hasta el lunes porque están terminando unas obras), pero destacó como la mayor incidencia de la jornada el absentismo del colegio cacereño Gabriel y Galán al que solo acudieron cuatro de sus 120 alumnos.

Por lo demás, Amaya aseguró que todos los centros extremeños están abiertos y cuentan tanto con el material como con el personal docente «suficiente» y «necesario» para iniciar la actividad escolar. Aún así, a partir del lunes se incorporarán a lo centros una nueva tanda de docentes interinos, cuyo llamamiento se convocó este miércoles. Desde el sindicato Anpe criticaron ayer el retraso en la contratación y denunciaron falta de material por lo que, a su juicio, «el curso comienza con dudas, improvisación y precipitación».

Educación pondrá transporte para las clases vespertinas

El secretario general de Educación, Francisco Javier Amaya, aseguró que habrá rutas de transporte escolar por las tardes para los alumnos de Bachillerato y Formación Profesional que van tener este curso un horario vespertino. Es la solución que se ha tomado, «en consenso con la comunidad educativa», en cinco centros: el IES Norba Caesarina de Cáceres, el Virgen del Puerto de Plasencia, el Hernández Pacheco de Cáceres, el Bioclimático de Badajoz y el Suárez de Figueroa de Zafra. «Son enseñanzas postobligatorias, pero es una apuesta de la consejería garantizar la equidad y la igualdad de oportunidades».