La Güiquipeya, este será el nombre que tendrá la versión en castúo de la enciclopedia virtual más conocida del mundo. Aunque ya está aprobada, aún no tiene fecha de salida pero cuando lo haga ofrecerá a los internautas más de 12.500 artículos escritos en extremeño o extremeñu , también conocido como castúo.

La iniciativa ha sorprendido a algunos de los estudiosos más experimentados en el campo de las lenguas en Extremadura y aseguran que desconocen la identidad de quienes están detrás del proyecto. El presidente de la Asociación para el Estudio y la Defensa del Patrimonio Lingüístico de Extremadura (Aplex), Antonio Viudas Camarasa, asegura que nadie ha contado con esta entidad para poner en marcha el proyecto. Y ello pese a haber publicado en los últimos años numerosos estudios sobre el uso del lenguaje en toda Extremadura y de haber promovido congresos y otros actos, por ejemplo, en defensa de a fala , un dialecto localizado en los municipios cacereños de San Martín de Trevejo, Eljas y Valverde del Fresno, y cuyo origen fue motivo de una ligera confrontación el pasado año entre los gobiernos autonómicos de Extremadura y Galicia. En esta línea, se muestra cauto a la hora de juzgar si esta iniciativa supone un acierto o no en el fomento de la lengua extremeña, y propone esperar a conocer quién o quienes promueven la iniciativa antes de juzgar las pretensiones que han motivado el proyecto.

La falta de unanimidad es la nota predominante entre los estudiosos a la hora de definir el extremeño, siendo tratado como lengua, dialecto o simplemente un conjunto de vocablos que se mantienen vivos gracias a la "forma de hablar" de determinados lugares de la geografía regional. Esta es la postura de Manuel Trinidad Martín, uno de los socios fundadores de APLEx --aunque desde hace algunos años investiga por su cuenta--, que sostiene que en determinadas zonas de Extremadura habitaba a mediados del siglo pasado un "verdadero dialecto" que se ha ido perdiendo tras ser asociado su uso al lenguaje propio de ´paletos´ e ´incultos´. Por el contrario, defiende que la riqueza del habla de los extremeños debe ser preservada sin complejos por sus hablantes, pero que en ningún caso ha de tomarse en serio la existencia de un idioma propio de los extremeños, una idea que según defiende es propia de regionalistas "radicales".

El número de hablantes del castúo también es motivo de confrontación, hasta tal punto que el documento de aprobación determina que hay entre 200.000 y 500.000 hablantes, mientras que la propia Wikipedia en su definición de esta lengua indica que "lo más probable a día de hoy es que queden solo unos pocos miles de hablantes".

Trinidad Martín es partidario de esta última opción, y añade que el castúo desapareció como lengua para desembocar en el actual "español de Extremadura", que mantiene rasgos característicos en casi toda la región como la aspiración de las eses o de las jotas propia de sus habitantes.

LOS ORIGENES. El término castúo fue acuñado por el escritor pacense Luis Chamizo, a quien los promotores de la Güiquipeya consideran uno de los hitos del lenguaje extremeño, junto a la obra de José María Gabriel y Galán, aunque su orígen se remonta al astur leonés de los repobladores de la Extremadura occidental durante el siglo XII.

En el momento en el que la Güiquipeya esté en internet, Extremadura se habrá unido a un grupo de regiones españolas que ya cuentan con su propia versión de Wikipedia, como Asturias, Aragón --con menos entradas que la versión extremeña--, Galicia, País Vasco y Cataluña, y formará parte de los más de 250 idiomas con una edición propia de la enciclopedia libre más conocida de la red.