27 de diciembre de 1880

El extremeño que hizo historia al realizar la primera llamada telefónica en España

Hace 143 años se produjo un acontecimiento insólito gracias un vecino de Fregenal de la Sierra

Rodrigo Sánchez Arjona

Rodrigo Sánchez Arjona / El Periódico

Fue el 27 de diciembre de 1880. Un teléfono descolgado en Sevilla recibía noticias de viva voz desde Fregenal de la Sierra. Tras el aparato, un inquieto vecino extremeño, Rodrigo Sánchez Arjona, que logró así oficialmente la primera conexión telefónica en España, una hazaña que ya había logrado a una distancia menor, entre su casa de la calle Las Claras en Fregenal y su cortijo, Las Mimbres, a poco más de ocho kilómetros de distancia, donde tendió la primera línea telefónica de España.

Al otro lado del teléfono, en la ciudad hispalense, los jefes del centro telegráfico, representantes de la prensa y numerosas personalidades de entidades científicas de Sevilla se emocionaban al escuchar al extremeño tras el aparato que Graham Bell había inventado solo cuatro años antes. "Como si los conversadores estuviesen allí mismo", contaba entonces uno de los cronista del acto. Los conversadores fueron Sánchez Arjona, una cajita de música y una hija del extremeño, que deleitó a los asombrados oyentes con unas coplas.

También hubo tiempo en esa primera conexión oficial para inventar la telemedicina: "Aprovechando la conexión, el médico de Fregenal habló con el director de la Escuela de Medicina de Sevilla sobre la enfermedad de Fernanda, la esposa de Sánchez Arjona, que falleció posiblemente de un cáncer cuatro o cinco años después de esa llamada", cuenta Fernando González, jubilado de Correos y Telégrafos y apasionado de la hazaña de su vecino.

Aquella primera comunicación con Sevilla se extendió posteriormente hasta Cádiz con el mismo éxito. Ambas llamadas se realizaron a través del tendido telegráfico y fueros costeadas por él mismo, hasta el hecho de que fue el propio Sánchez Arjona el que viajó hasta Sevilla, "en caballo o calesa porque no estaba terminada la línea de tren", a llevar uno de los dos teléfono que poseía, únicos en España en la época.

Hombre adinerado y de vanguardia, apodado El Brujo por su afición a la hipnosis, adquirió esos aparatos del sistema Gower-Bell en París en uno de sus múltiples viajes al extranjero en busca de adelantos científicos que traerse a su Fregenal natal --uno de los teléfonos está en manos de un familiar y el otro en el museo de Telefónica de Madrid--. Hacía dos años que Alexander Graham Bell había presentado en la Exposición de Filadelfia su invento del teléfono, pero apenas se podía hablar a una distancia de dos mil pasos. Cuentan incluso que fue el frexnense el que le abrió los ojos al inventor, dándole mayor funcionalidad a su creación.

Sánchez Arjona era doctor en Derecho y "cultivador de la ciencia", reza en una placa colocada en la fachada de su casa en Fregenal. Ahondó en diferentes descubrimientos, en su finca tenía un extenso jardín poblado de especies desconocidas, y era aficionado a la fotografía. Pronto descubrió la relevancia de la transmisión de la voz humana y se convirtió en pionero de las telecomunicaciones, pero aquellos experimentos exitosos no tuvieron la relevancia esperada, quizás porque pese a ser el primero en el mundo que logró la comunicación telefónica, su gran proyecto no fraguó. Era montar una central telefónica en Fregenal que pusiera en contacto a los pueblos del entorno. "Pero en Madrid le rechazaron la idea porque los gobiernos de la época no lo entendieron", cuenta González.

Tres décadas después, comenzó la expansión telefónica hasta la actualidad, pero en pocas memorias ajenas a la historia de Telégrafos está vivo el trabajo de este extremeño, como reconoce el cronista local, Rafael Caso, y su propio tataranieto, Fernando Sánchez Arjona, orgulloso de su lejano familiar.

Sí existe memoria en Fregenal, donde una lápida en la fachada de la casa de Sánchez Arjona conmemora la instalación del primer teléfono en España y una calle del municipio recuerda desde hace poco más de un año el nombre de su inquieto vecino. También está en proyecto levantar en el municipio un centro de interpretación del teléfono, que divulgue la hazaña. "Pero ha sido víctima de la crisis, esperamos que en futuro se ponga en marcha", dice Caso.

Lejos de allí, no hay muchos recuerdos sobre Sánchez Arjona, pese a ser el impulsor de la primera conversación telefónica por línea más larga del mundo: 150 kilómetros, frente a las 45 millas --unos 70 kilómetros-- que distan Boston de Providencia, considerada la primera comunicación telefónica regular. Pionero en un mundo en el que resulta ya difícil sorprender.