Las limitaciones del decreto 110/ 2015 de 19 de mayo por el que se regula la red ecológica Natura 2000 también condicionan la actividad agrícola, por las restricciones que impone al trabajo en la agricultura y la ganadería en esos territorios. Tanto UPA-UCE como Apag Extremadura-Asaja apelan a la necesidad de encontrar un equilibrio entre conservación y la actividad agraria. "Deberían tener en cuenta que la actividad ganadera está alimentando a las especies que viven en esos terrenos y que sin actividad también esas especies se verán afectadas", defiende Juan Metidieri, de Apag Extremadura-Asaja. De hecho el colectivo ha denunciado el "excesivo conservacionismo" del decreto, que ha recurrido ante la justicia.

También UPA-UCE apela a la necesidad de diálogo para hallar un equilibrio y que los agricultores y ganaderos de zonas afectadas por algún tipo de protección "no se vean perjudicados frente a aquellos que la desarrollan en otros terrenos", dice José Cruz, secretario de Agricultura de la organización.