Hacía 44 años que no ocurría, que las vías del tren que unen Zafra y Jerez de los Caballeros sentían el gentío de 300 pasajeros a bordo. Hace 44 años que solo circulan por estos raíles bobinas de metal, cemento o carbón, que siguen entrando y saliendo de la Siderúrgica Balboa, pero hoy con menor frecuencia. Es la industria jerezana de Alfonso Gallardo lo único que mantiene viva esta línea ferroviaria de casi 47 kilómetros de longitud, desconocida para muchos, hasta el pasado fin de semana. Apasionados del tren de la comarca y otros lugares del país como Zamora, Barcelona, Madrid, Córdoba, Sevilla o Toledo, además de un matrimonio alemán, participaron el sábado en un viaje único, y dicen sus pasajeros, que inolvidable.

La Asociación Extremeña de Amigos de Ferrocarril, con la colaboración de Renfe y Adif, organizó un viaje entre Zafra y Jerez de los Caballeros, con parada obligada durante varias horas en la Feria del Jamón jerezana, para poner en valor uno de los trayectos ferroviarios más desconocidos en Extremadura y una línea clave en el desarrollo industrial de la sur de la región.

Hubo un tiempo en el que este trayecto no tenía nada de especial y se podía ver circular hasta dos trenes diarios que se cruzaban en Burguillos del Cerro, pero su escaso tráfico fue el motivo de su inclusión en el programa de cierre de líneas elaborado por Renfe en 1968. De ahí, lo inolvidable de esta iniciativa. A las once de la mañana, los 300 nostálgicos viajeros partieron de Zafra en dos automotores de la Serie 592, "con andar cansino", describe el presidente de la Asociación Extremeña Amigos del Ferrocarril, Angel Caballero. Alconera fue la primera parada. "Allí en su estación ya no se cargan mármoles", pero justo al lado hay una planta de cementos de Grupo Gallardo para la que se recibe carbón y de la que sale cemento, en menor cantidad que antes de la crisis.

Edificios en alquiler

El edificio de viajeros que allí resiste casi sin fuerzas para mantenerse en pie es uno de los que Adif tiene actualmente en alquiler. Burguillos del Cerro es la segunda estación de este recorrido, que hoy se mantiene en pie gracias a la iniciativa pública del consistorio de remodelar y poner en valor esta estación y gracias también a un matrimonio que mantiene abierto el bar restaurante en el que se ha convertido el viejo edificio ferroviario. "Un buen ejemplo, que se debía seguir en otros lugares", reivindica de paso Caballero.

Junto a la estación de Llanos de la Granja está la Siderúrgica Balboa. "No existen andenes, solo una inmensa playa de vías para el tráfico de mercancías", indica el presidente del colectivo que lidera este especial viaje. Rumbo a Jerez, donde resisten en ruinas el edificio de viajeros y el muelle de mercancías, y horas más tardes viaje de regreso, La vía, inaugurada en 1938, se llenó de vida 44 años después. Sigue abierta, así que quizás haya una próxima vez.