La cifra de cajetillas de tabaco ilegales detectadas en la comunidad autónoma cae de forma sostenida e intensa. Sin embargo, esta tendencia no se compensa con un aumento de las ventas legales que, ni siquiera, se mantienen. Detrás de esta aparente contradicción puede estar una paulatina sustitución del contrabando de cigarrillos por el de hoja, una circunstancia que ha llevado a Altadis a celebrar esta semana en Mérida una jornada para explicar a los agricultores el grave perjuicio que, asegura, causa esta práctica al sector en la región. A ella asistió el presidente de la Junta de Extremadura, Guillermo Fernández Vara, además de responsables de la Agencia Tributaria, Cetarsa y la Guardia Civil.

Según esta multinacional tabaquera, el contrabando de hoja de tabaco «prolifera en la región, bien en bolsitas de tabaco picado o incluso en cigarrillos elaborados artesanalmente», lo que está incidiendo de forma notable en el mercado legal tanto de picadura como de cajetillas. Conforme a los datos facilitados por Altadis, entre enero y septiembre de este año las ventas de picadura fueron de 106.341 kilos, 17.603 menos que los 123.943 que se vendieron en el mismo periodo del 2015 (-14,2%). En cuanto a las ventas de cigarrillos, estas han pasado de 44,7 millones de cajetillas a 43,1 millones (1,6 millones de paquetes menos, un -3,6%). A esta caída de las comercialización, se suma «un anormal y brusco» descenso en el volumen de las cajetillas de contrabando descubiertas en la comunidad autónoma.

Así, de acuerdo a las estimaciones de la consultora Ipsos, la proporción que estas suponían en Extremadura respecto a las ventas totales era del 6,2% al cierre del primer semestre. A fines del 2014, cuando se alcanzó el nivel máximo de los últimos años, llego a ser del 54,1%. En el conjunto de España, las cifras se han movido en niveles muy inferiores (se ha pasado del 12,5% al 8,2%).

Ambas tendencias, «junto al aumento de las aprehensiones de hojas de tabaco por parte de la Agencia Tributaria y de los cuerpos y fuerzas de seguridad del Estado y al ascenso de las ventas de este tipo de tabaco a través de internet», llevan a esta compañía a considerar que ese descenso del contrabando de cajetillas podría ser ficticio «y que lo que se está produciendo en Extremadura es un incremento alarmante del contrabando de hoja de tabaco». En este punto, Altadis incide en la pérdida de ingresos tributarios que supone esta menor cifra de ventas, que en la región han pasado de 326,2 millones de euros en el 2011 a 299 millones en el 2015 (-9%).

Durante la jornada del pasado lunes, Guillermo Fernández Vara apuntó que «la aparición del contrabando de hoja de picar va en detrimento de esa calidad que debemos exigir», una calidad que, recordó, permite «conciliar las posiciones existentes dentro del mundo del tabaco con aquellas más salubristas». No obstante, el jefe del Ejecutivo autonómico señaló que para resolver este problema «bastaría con pagarles bien a los agricultores», de forma que puedan obtener un sueldo digno.

NO CUBREN COSTES // En esta línea, varios de los agricultores que acudieron a la jornada vincularon el contrabando con los bajos precios del mercado, informa EFE. Por los conductos legales, reciben alrededor de 2,25 euros por kilo de hoja de tabaco de media, un precio que, según explicaron «no da para comer». «Vivimos gracias a las ayudas a derechos que recibimos de la UE», afirmó uno de los asistentes ya que, agregó, con los actuales precios de mercado «no se puede subsistir». «Por un kilo de hoja de tabaco, por el que nosotros recibimos unos 2,25 euros, se fabrican 20 cajetillas de cigarrillos», aseguró otro de los agricultores. «Esto explica muy bien lo que nosotros ganamos y lo que obtienen las empresas», remachó.

Por su parte, el presidente de Altadis, Juan Arrizabalaga, subrayó que «es sumamente importante que el tabaco extremeño no pierda su status y su imagen de calidad por un fenómeno, el del contrabando de hoja de tabaco, que solo puede jugar en su contra» y que «perjudica a todos». De las empresas tabaqueras que desarrollan su actividad en España, destacó, Imperial Brands es, con diferencia, a través de Altadis, la que más cantidad de tabaco adquiere en España. «Solo con este detalle creo que queda suficientemente demostrado el decidido apoyo de nuestra compañía al cultivo de tabaco extremeño», arguyó. Este grupo, incidió, «aprecia mucho la alta calidad del tabaco en rama que se produce en Extremadura y el cumplimiento por parte de los agricultores de los requisitos exigidos». Por esta razón, concluyó, «en contra de lo que ocurre con otros países, nuestro grupo sigue considerando el mercado español como uno de sus principales mercados de abastecimiento en Europa».

De forma similar, la directora de Asuntos Corporativos y Legales de Altadis, Rocío Ingelmo, se dirigió a los cerca de cien agricultores asistentes asegurándoles que «un trasvase de vuestra materia prima a los cauces ilegales tiene consecuencias nefastas para la reputación de vuestro producto».