Antonio Medina es presidente de la Asociación de Empresas Vinícolas de Extremadura (Asevex), desde hace más de dos décadas y a su juicio se repetirán las cifras del año pasado.

--¿Cómo está la uva en campo?

--A pesar del caluroso verano la uva no está mal y hay esperanza de que si llueve en septiembre la planta, que es tan sabia, en pocos días mejore mucho.

--¿Está retrasada la cosecha?

--Llevamos prácticamente un mes de retraso, pero eso hay que ponerlo entre comillas, porque siempre se ha vendimiado en estas fechas. Ya se han recogido las variedades tempranas, como el Macabeo en Almendralejo, que se destina a cava. Están comenzando a vendimiarse las variedades tintas que están dando pocos grados, rondando los 12, cuando lo ideal es que estuvieran en 13.

--¿Coincide con los agricultores en que la producción bajará entre un 10 y un 25%?

--Se prevé una producción similar a la del año pasado. Es verdad que en campo se aprecia un poco menos. A algunos agricultores les salen los mismos kilos, pero en bodega las uvas dan menos rendimiento, un 5%, debido a la sequía. Pero esas mermas se están compensando con las nuevas plantaciones. En España hay 20.000 hectáreas más plantadas. En general, en Extremadura se espera una cosecha similar en cantidad a la del año pasado, que rondó los 4 millones de hectólitros.

--Los agricultores afirman que este año han tenido que hacer muchos tratamientos a la planta y no van a poder en algunos casos a pagar costes...

--Por eso se han hecho las replantaciones, para ser competitivos. Ahora mismo no hay precios en el mercado, lo que no deja de ser curioso. La normativa obliga a hacerlo todo bajo contrato y cada bodega pone su precio. El comentario en la calle es que las uvas se van a pagar en Extremadura como el año pasado. Entre otras cosas porque el precio de mercado no ha cambiado. Las existencias que tenemos en Extremadura no son excesivas, pero tampoco son pocas. A 31 de julio todavía teníamos 700.000 hectólitros de vino almacenado. A nivel nacional el porcentaje es mayor, porque hay casi una campaña entera guardada. Todo esto dibuja un panorama normal para la actual campaña y no hay compradores interesados en vinos nuevos o en operaciones excepcionales.