Extremadura cuenta con cooperativas que aprovechan los subproductos generados por otras empresas, dándoles un nuevo uso con, por ejemplo, la obtención de compost con el que retornar sus nutrientes al suelo o con la cogeneración de electricidad. Cooperativas que han apostado por la biodiversidad de cultivos, por la ganadería ecológica y por la innovación para usar el pigmento natural del tomate para producir un aceite de oliva virgen extra con licopeno rico en antioxidantes; además de aprovechar otros subproductos como la lana, pudiendo hoy presumir de tener la única cooperativa en toda España dedicada a ello y que exporta además a todo el mundo.

Son algunos de los ejemplos puestos de relieve por Cooperativas Agro-alimentarias Extremadura durante las jornadas ‘Cooperativas y Economía Circular. Extremadura 2030’ organizadas por esta federación, como entidad que representa al cooperativismo regional y por CaixaBank, en las que se ha destacado los proyectos que están desarrollando ya las cooperativas de la región en este ámbito y las oportunidades de negocio que supone.

BIOMASA / Muchas cooperativas extremeñas utilizan biomasa, como en las calderas de secaderos de tabaco, y otras usan el hueso de aceituna, antes de convertirla en aceite, como combustible para sus calderas y así calentar el agua necesaria para el normal funcionamiento de las instalaciones. Las cooperativas de tomate reutilizan el agua que se utiliza en todo el proceso que llevan a cabo desde que el producto entra en fábrica y ellas, como muchas otras cooperativas, han instaurado el ahorro energético en todos sus procesos industriales. Otras han aprovechado la fruta de destrío y la transforman, dando respuesta a un problema que tenían nuestros fruticultores y que ahora obtienen una rentabilidad con fruta que antes no se comercializaba.

Todo ello deja patente, en opinión de Cooperativas Agro-alimentarias Extremadura, encomiable labor que realizan todos los días las cooperativas agroalimentarias de Extremadura produciendo alimentos sanos y de calidad, con todas las garantías y respetando el medio ambiente.

Durante estas jornadas se destacó el arraigo de la economía verde y circular en Extremadura y las nuevas oportunidades de negocio que representa para el cooperativismo agroalimentario extremeño, a fin de que las cooperativas continúen siendo eje del desarrollo económico y laboral en la región, sin olvidar además que las cooperativas. «Somos los mayores ecologistas, agricultores y ganaderos cuidan nuestro medio ambiente con prácticas respetuosas, velan por nuestra agua y favorecen la biodiversidad con una agricultura y ganadería sostenible y responsable, igual que nuestras cooperativas, que crean una economía sostenible utilizando recursos locales», subrayó el presidente de Cooperativas Agro-alimentarias Extremadura, Ángel Pacheco.

En este sentido, una de las mesas redondas abordó ‘¿Qué hacemos las cooperativas en economía social?’, contando con las experiencias de las cooperativas Viñaoliva en la gestión de subproductos para generar rentabilidad y producir productos sostenibles; de Tomates del Guadiana, que ha creado una línea para convertir en concentrado de zumo la fruta de destrío, aprovechando también el hueso para la generación de energía; de Troil Vegas Altas, que se dedica al tratamiento de subproductos como el alperujo de aceituna para producir biomasa o de alpechín para producir una base de fertilizante orgánico; de la Agrupación de Cooperativas Valle del Jerte, que también aprovecha la fruta de destrío para elaborar aguardientes y licores y que reutiliza para riego el agua de los tanques de refrigeración; y de la cooperativa Virgen de la Estrella, que participan en el grupo operativo Valorares para producir, con novedosas técnicas, compost y abono orgánico líquido con el que abonar el suelo y mejorar los cultivos.